DOMINGO 24 DE MARZO DE 2024

DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR

 

PRIMERA LECTURA

 

 

No retiré mi rostro cuando me ultrajaban,

pero sé muy bien que no seré defraudado

 

Lectura del libro de Isaías

50, 4-7

 

El mismo Señor me ha dado

una lengua de discípulo,

para que yo sepa reconfortar al fatigado

con una palabra de aliento.

Cada mañana, Él despierta mi oído

para que yo escuche como un discípulo.

El Señor abrió mi oído

y yo no me resistí ni me volví atrás.

Ofrecí mi espalda a los que me golpeaban

y mis mejillas a los que me arrancaban la barba;

no retiré mi rostro

cuando me ultrajaban y escupían.

Pero el Señor viene en mi ayuda:

por eso, no quedé confundido;

por eso, endurecí mi rostro como el pedernal,

y sé muy bien que no quedaré defraudado.

 

Palabra de Dios.