ESTOS RELATOS SON
UNA RECOPILACIÓN HALLADAS EN FUENTES FIDEDIGNAS, PARA DAR GRACIAS Y GLORIA A
DIOS POR SU “DIVINA MISERICORDIA” EN JESUCRISTO, NUESTRO SEÑOR.
El valor infinito de la misa
I. Leemos en el Génesis (22, 1-19) cómo Dios probó la fe de Abrahán: Le había prometido
que su descendencia sería como las estrellas del cielo. El Patriarca creyó a
pesar de llegar a una edad avanzada, y a pesar de que su mujer era estéril.
Isaac vino finalmente al mundo, y más tarde Dios le mandó que lo sacrificara.
Pero en el momento que iba a sacrificar a su hijo, el Ángel del Señor le
detuvo: y fue premiado largamente por haber obedecido. Los Padres de
la Iglesia han visto en el
sacrificio de Isaac un anuncio del sacrificio de Jesús. Isaac, el único hijo de
Abrahán, el amado, cargado con la leña hacia el monte donde va a ser
sacrificado, es figura de Cristo, el Unigénito del Padre, el Amado, que camina
con la cruz a cuestas hacia el Calvario, donde se ofrece como sacrificio de
valor infinito por todos los hombres. El Sacrificio de
la Cruz se renueva en
la Santa Misa, por eso cada
Misa tiene un valor infinito, inmenso, que nosotros no podemos comprender del
todo.
II. En cada Misa se ofrecen infaliblemente a Dios una adoración, una reparación
y una acción de gracias de valor sin límites, porque es Cristo mismo quien la ofrece
y el que se ofrece. Por eso, es imposible adorar mejor a Dios, reconocer su
dominio soberano sobre todas las cosas y sobre todos los hombres. Es la realización
más acabada del precepto: Adorarás al Señor tu Dios y a Él sólo servirás
(Mateo, 4, 10). También es imposible dar a Dios una reparación más perfecta por
las faltas diariamente cometidas, y agradecerle mejor los bienes recibidos que
la Santa Misa. ¡Qué honor
tan grande el de los sacerdotes, al prestarle a Cristo la voz y las manos en el
sacramento eucarístico! ¡Qué grandeza la de los fieles de poder participar en
tan gran Misterio!
III. Además de los frutos de alabanza y de adoración a Dios, también produce
la Santa Misa, de modo infinito
e ilimitados en sí mismos, los frutos de remisión de nuestros pecados y de
impetración de todo aquello que necesitamos, pero son finitos y limitados según
nuestras disposiciones. Por eso es tan importante la preparación del alma con
la que nos acercamos a participar de este único Sacrificio, y los momentos de
recogimiento, ya terminada la acción sagrada. "Estás allí -pregunta el
Santo Cura de Ars- con las mismas disposiciones que
la Virgen Santísima
en el Calvario, tratándose de la presencia de un mismo Dios y de la consumación
de igual sacrificio?" (Sermón sobre el pecado). Pidamos a Nuestra Señora
que la celebración o la participación del sacrificio eucarístico sea para
nosotros donde se sacian y se aumentan nuestros deseos de Dios.
A continuación,
conozcamos algunos Milagros Eucarísticos
dados por Dios para la conservación y aumento de Fe en nosotros y en nuestras
familias, para seguir adelante junto con nuestra Madre Maria, hacia Jesús.
El milagro de Alboraya
En una noche de julio de 1348, el párroco de Alboraya,
Valencia (España) fue a llevar Viático a un moribundo. La tormenta que
amenazaba no le arredró pues era un sacerdote amante de
la Eucaristía.
Terminada su visita, justo cuando se disponía a regresar,
irrumpió con fuerza la amenazante tormenta. Pensó que no podía quedarse en
aquella casa toda la noche y, aprovechando un momento de calma temporal, se
lanzó al camino con el copón fuertemente agarrado cerca de su pecho. La
tormenta no cedía y el camino estaba oscuro y repleto de lodo.
Prosiguió su camino hasta llegar al paso más difícil,
barranco de Carraixet. Descubrió que el agua estaba muy subida y solo una tabla
servía de puente. Con renovada determinación se dispuso a cruzarlo, pero a
mitad de aquella tabla, perdió el equilibrio, resbaló y perdió control del
copón que cayó en las tumultuosas aguas del torrente.
El párroco no se detuvo. Con extraordinaria valentía se
lanzó a las aguas para rescatar las tres hostias que llevaba. Luchó con todas
sus fuerzas contra la corriente, pero fue en vano. Las aguas se tragaron el
copón.
La noticia se propagó por toda la zona y muchos hombres se
presentaron para ayudar con el rescate. Trabajaron toda la noche y, por
fin, con las primeras luces del día, apareció el copón. Pero... ¡estaba vacío!
Se habían perdido las tres Formas que contenía. La desolación de Alboraya
fue indescriptible. Inmediatamente se organizaron actos de reparación y honra a
la Eucaristía.
Fue entonces que el Señor les respondió con un gran
Milagro que fue testimoniado por cien crónicas. A la luz de la aurora, allí
donde el torrente desemboca al mar, todos los vecinos de Alboraya pudieron ver
cómo tres peces se mantenían erguidos sobre la corriente, cada uno sosteniendo
en la boca entreabierta una Hostia consagrada. Aquellos devotos cayeron de
rodillas, mientras alguien corrió a comunicar al párroco aquel portento. Los
tres peces siguieron inmóviles en medio de la corriente hasta que el sacerdote,
revestido de ornamentos sagrados, se acercó a la ribera.
Mientras todos cantaban al Señor, los tres peces fueron
depositando las tres Formas en manos del sacerdote. Siguió una procesión para trasladar
el Santísimo hasta la iglesia del pueblo.
El copón del milagro se conserva aún hoy como perpetuo recuerdo
del milagro. En el se han grabado las siguientes palabras: "¿Quién
negará de este Pan el Misterio, cuando un mudo pez nos predica la fe?"
El Milagro Eucarístico de
Avignon. 1443
Avignon es
conocida por haber sido residencia de los papas, pero hay otra importante
razón que nos lleva a peregrinar hasta Avignon: El milagro Eucarístico que
allí ocurrió.
Antecedentes
Para
poder entender el significado del milagro Eucarístico, tenemos que
remontarnos al año 1226, o sea, 217 años antes del milagro. La herejía
Albigense, la cual tomó su nombre de la cuidad de Albi, Francia, se propagaba
por todo el sur de Francia rechazando todos los sacramentos, especialmente el
matrimonio y la
Eucaristía. Esta herejía fue condenada por
la Iglesia desde el Siglo
XI, pero no fue hasta que los Albigenses empezaron a atacar seriamente a los
gobiernos seculares desde sus fortalezas, que los gobernantes los denunciaron
y los privaron de la protección de las leyes.
Los
Albigenses eran muy poderosos en 1226, especialmente en el Sur de Francia,
donde se encuentra Avignon. Para combatir sus ataques contra
la Presencia de Jesús en
la Eucaristía, el
Rey Luis VIII, padre de San Luis IX, construyó una iglesia cerca del río
Sorgue en honor del Santísimo Sacramento. También escogió el 14 de septiembre de 1226, la fiesta
de la "Exaltación de la
Santa Cruz", para hacer un acto
público de reparación por los sacrilegios cometidos por los Albigenses. Se
hizo una procesión con el Santísimo Sacramento que terminó en la nueva
iglesia de la Santa
Cruz.
El
Rey esperaba para recibir la procesión en
la Iglesia de
la Santa Cruz vestido de
saco, una soga ceñida a su cintura y una vela en su mano. A su lado estaba el
Cardenal Legate, toda su corte y muchos fieles. La procesión por toda la
ciudad fue dirigida por el Obispo Corbie. El Santísimo permaneció expuesto
toda la noche y por varios días, hasta que el obispo decidió que el Santísimo
debería quedarse perpetuamente expuesto. Esta costumbre fue continuada por
sus sucesores y aprobada por el Santo Padre.
La Iglesia fue custodiada
por los Penitentes
Grises, de
la Orden Franciscana y después de 200 años de
adoración perpetua ocurrió un milagro espectacular.
El Milagro
El Sorgue es un río que pasa por la cuidad
de Avignon. El río se desbordaba cada ciertos
años. Cuando esto ocurría, el agua inundaba las casas y fincas de los
alrededores. A fines de noviembre de 1433, después de fuertes lluvias, vino
una gran inundación. El agua penetró más que en años anteriores. Fue una de
las peores inundaciones conocidas. En las noches del 29 y el 30 de noviembre,
el nivel del agua subió a gran altura. Los Penitentes Grises de
la Orden Franciscana
estaban seguros de que la pequeña iglesia de
la Santa Cruz se había
inundado y decidieron ir allí para salvar
la Eucaristía y
traerla a tierra seca. Dos de los superiores de los Penitentes Grises se
subieron en un bote y remaron hasta la iglesia.
Cuando llegaron, descubrieron que el agua
había subido hasta la mitad de la puerta de la entrada de la iglesia. Sin
embargo, cuando abrieron la puerta, para su sorpresa, encontraron que el
pasillo, desde la puerta hasta el altar, estaba completamente seco. El agua
se había acumulado formando paredes de agua a derecha e izquierda del
pasillo, como a cuatro pies de altura. Nuestro Señor Jesús, en
la Hostia Consagrada
en la custodia, permanecía regiamente sobre el altar, completamente seco.
El milagro recuerda lo que cuenta
la Biblia sobre el Mar Rojo
que se parte ante el ingreso de los Israelitas y la división del río Jordán
ante la entrada en el del arca de la alianza. Realmente, también les pareció
de esa forma a los Penitentes Grises. Buscaron a otros miembros de los
Penitentes Grises para que fueran y verificaran el milagro. Los cuatro
Frailes oraron juntos y llevaron la custodia que contenía el Santísimo
Sacramento a una Iglesia Franciscana en tierra seca. Cuando colocaron la
custodia en el altar, leyeron del libro del Éxodo sobre
la División del Mar
Rojo (Éxodo 14:21): "Moisés tendió su mando sobre el mar e hizo soplar
Yahvé sobre el mar toda la noche un fortísimo viento solano, que le secó, y
se dividieron las aguas. Los hijos de Israel entraron en medio del mar, a pie
enjuto, formando para ello las aguas una muralla a derecha e izquierda."
Los Franciscanos escribieron el testimonio de los cuatro Frailes en los
registros de su comunidad, donde se conservan hasta hoy día.
En este tiempo se creó una tradición que
todavía está en práctica. El 30 de noviembre, de cada año, en la capilla de
la iglesia de Avignon, los Penitentes Grises se ponen una soga alrededor del
cuello, y arrastrándose piadosamente en sus manos y rodillas, vuelven a crear
el incidente, trayendo a la memoria los pasos que siguieron sus antepasados,
por el mismo camino que siguieron la noche del milagro.
Hoy permanece la iglesia y la tradición del
milagro. Los frailes le dan gracias a Nuestro Señor Jesús en el
Santísimo Sacramento por haberles dado una señal tan poderosa de su Presencia
Real. Los Peregrinos, especialmente esos con hambre de
la Eucaristía,
todavía visitan la pequeña iglesia a la orilla del río, para venerar y darle
gracias al Señor por habernos dado este regalo especial en un momento en que
se necesitaba Su Fortaleza.
Significado del Milagro
¿Cuál es el significado de este milagro?
¿Por qué fueron usados los símbolos del Éxodo de los Judíos en su cautiverio
para que este milagro sucediera? ¿Podría ser que el Señor estaba usando
este signo del Milagro Eucarístico para liberar a Su pueblo de las ataduras
del pecado?
En el mundo de hoy, nos encontramos
cautivos de una forma muy sutil, y destructora pues muchos ni se dan cuenta
de que son esclavos. Estamos en un mundo de materialismo, consumismo,
libertinaje y ateísmo. Nuestras vidas se encuentran manipuladas por la
presión de amistades, películas, revistas, discos y anuncios de televisión.
Drogas, alcohol, aborto, relaciones sexuales desordenadas, desprecio a la
guía de los padres, egoísmo, y muchas otras cosas dominan las vidas de
multitudes. Los que tienen la valentía de resistir las pasiones bajas para
vivir el auténtico amor cristiano se encuentran bajo ataque constante. Sin
embargo, tenemos un arma. El mismo milagro que el Señor realizó en la pequeña
iglesia en Avignon ocurre para nosotros todos los días durante
la Consagración
en la Santa Misa.
Nuestro Milagro Diario de
la Eucaristía, puede librarnos de cualquier
invasor. Nosotros tenemos que saber vivir y depender del milagro Eucarístico
que se nos da cada día. No podemos sentarnos y esperar que algo suceda cuando
recibimos el Milagro de
la Eucaristía. Tenemos que ir hacia adelante,
abrazarlo a El, y tomarlo a El en nuestro corazón. Así nos encontraremos
liberados de la esclavitud del mundo, y de todas sus falsas enseñanzas.
El Milagro Eucarístico de Avignon nos
recuerda la proclama de Jesús en Lucas 4:18: "Me envió a predicar a los
cautivos la libertad, a los ciegos la recuperación de la vista; para poner en
libertad a los oprimidos, para anunciar un año de gracia del Señor."
El Milagro Eucarístico que ocurre en
cada iglesia, capilla, parroquia católica todos los días para liberarnos.
¿Como le respondemos a Jesús?
|
EL MILAGRO EUCARISTICO DE CASIA
HISTORIA
DEL MILAGRO EUCARÍSTICO DE CASIA, ITALIA
venerado
en la
Basílica Inferior del Santuario de
Santa Rita..
Casia es un hermoso pueblecito anidado en las montañas de
la Umbría. Este
pueblo es mas conocido por su hija Santa Rita cuyo cuerpo descansa en la
basílica, pero también aquí se conserva la reliquia de un insigne milagro
Eucarístico que tuvo lugar en
Siena,
Italia, en 1330.
En la capilla del milagro, debajo del tabernáculo hay una
caja de cristal con los huesos del Beato Simone
Fidati, quien estuvo envuelto en el Milagro Eucarístico. El
Padre Simone fue sacerdote Agustino durante la mitad del siglo 14. Era conocido
a través de la Umbría
como un hombre sabio y santo, a pesar de que era muy joven. Otros sacerdotes le
buscaban para confesarse. Durante el tiempo que el Beato Simone estuvo asignado
al monasterio Agustino de Siena, un día un sacerdote vino a el para hacerle
esta extraña confesión.
Había perdido su respeto por
la Eucaristía. De
esto nosotros podríamos deducir que el posiblemente no creía que en
la Presencia Real de
Jesús en la
Eucaristía. En la vida de este sacerdote no quedaba
entusiasmo. Hacía las cosas por rutina y porque tenia que hacerlo, pero cada
vez se desprendía mas y mas de Dios y de su congregación.
Este sacerdote recibió una llamada de un
enfermo. En vez de poner
la Eucaristía en el relicario para llevarla cerca de
su corazón, el sacerdote tomó la
Hostia e irreverentemente la puso entre las páginas del
Breviario. Cuando llegó a la casa del enfermo, lo preparó para recibir
la Eucaristía. Abrió
el libro para tomar la Hostia
y darle la comunión. Al abrir el libro, el sacerdote fue sacudido al encontrar
en su lugar dos manchas redondas de sangre en las páginas, una frente a la
otra. El sacerdote se fue de la casa con gran pánico, e inmediatamente buscó a
Beato Simone, quien era conocido por su santidad.
Beato Simone, escucho al sacerdote contarle
su pecado y el milagro, y le dio la absolución. Pero obtuvo de el las dos
páginas manchadas de sangre. Una fue puesta en un tabernáculo en Perugia y la
otra, con la Santa Hostia
adherida fue al monasterio Agustino en Cascia.
El milagro Eucarístico ha sido venerado a través de los
años en el monasterio Agustino de Cascia. Fue verificado por el Obispo de allí.
Ha sido llevado en procesión solemne durante la fiesta del Cuerpo de Cristo. El
Papa ha concedido indulgencias especiales a esos que veneren el Milagro
Eucarístico.
En 1930, hubo un Congreso Eucarístico en Norcia, cerca de
Cascia. En esta ocasión se hizo una hermosa Custodia para llevar el Milagro
Eucarístico. Fue un honor del Sexto Centenario del milagro. Cuando una nueva
iglesia en honor de Santa Rita fue construida, al lado del monasterio Agustino,
se construyo una capilla especial para el Milagro Eucarístico.
A este milagro se le atribuye un fenómeno muy
extraño. ¿O podría ser un milagro dentro de un milagro? A través de los años
las personas empezaron a notar un cambio en la pagina con la mancha de sangre.
Un rostro comenzó a aparecer en la página. Es casi como si un color mas oscuro
apareciera en ciertas partes de la página. Hay algunos que ven el rostro de
Cristo. Cuando el sacerdote en el santuario abre el tabernáculo para mostrar a
los fieles el Milagro Eucarístico, se pone sus vestimentas. Cuando trae
la Custodia al Altar, pone
una linterna detrás de la página para mostrar el rostro. Es un perfil
perfectamente formado de un hombre con barba y bigote.
El milagro Eucarístico ha sido venerado durante siglos
por los fieles y su culto promovido por los Sumos Pontífices con la concesión
de especiales e importantes indulgencias, como la de
la Porciúncula,
que le fue decretada por el Papa Bonifacio IX en 1401. El prodigio es
conmemorado de forma especial en la fiesta del Corpus Christi en que se lleva
la reliquia en solemnemente procesión.
Para conmemorar el sexto centenario del prodigio en 1930 se celebró un congreso
eucarístico de la diócesis de Nurcia en Casia, se inauguró una artística
custodia y fue publicada toda la documentación histórica disponible sobre el
suceso.
En la misma Iglesia donde está el cuerpo de Santa Rita,
se ven alrededor del altar principal, los Milagros de Bolsena/Orvieto,
Lanciano, San Antonio y el Burro, Santa Clara de Asis y los Sarracenos, y
la Multiplicación
de los Panes y los Peces. Otro vitral muestra un libro abierto, con dos
manchas redondas rojas en las páginas una frente a la otra, este es el Milagro
Eucarístico de Cascia.
(Dr. A. MORINI- La reliquia del «Copus Christi» de Casia.
Librería Editrice Fimentina - 1930)..
milagro
eucarístico de cebreiro
Galicia, España
Por
el camino de Santiago
Desde
su apogeo en el medioevo, peregrinos de todas partes de Europa toman las
rutas que llevan a la tumba del apóstol en
Santiago
de Compostela. Una de las paradas del camino es la iglesia
benedictina de Cebreiro, famosa por el Milagro Eucarístico que allí ocurrió.
Hoy día Cebreiro sigue siendo una pequeña
aldea. Su gran tesoro es
la Iglesia del milagro Eucarístico, de factura prerrománica, del siglo IX, con
tres sencillas naves de ábsides rectangulares y una torre. Preside en el
presbiterio la imagen de un Cristo Gótico1.
Los monjes benedictinos levantaron y
custodiaron este templo desde el año 836 a 1853, ¡mas de mil años!. Los monjes de
Aurillac, que llamó Alfonso VI, permanecieron en el Cebreiro desde 1072 a 1487, fecha en la
que los Reyes Católicos obtuvieron del Papa su anexión a San Benito el Real
de Valladolid. Los monjes abandonan el Cebreiro en 1853, como consecuencia de
la desamortización de Mendizábal.
El Milagro Eucarístico.
Una tradición muy fuerte, corroborada por diversas fuentes históricas y
arqueológicas sostienen que sobre el altar de la capilla lateral de la
iglesia estaba celebrando la eucaristía un sacerdote benedictino (¿s. XIV?).
Pensaba que aquel crudo día de invierno, en que la nieve se amontonaba y el
viento era insoportable, nadie vendría a la misa. Pero se equivoca. Un
paisano de Barxamaior, llamado Juan Santín, asciende al Cebreiro para
participar en la Santa
Misa. El monje celebrante, de poca fe, menosprecia el
sacrificio del campesino. Pero en el momento de
la Consagración
el sacerdote percibe cómo la
Hostia se convierte en carne sensible a la vista, y el
cáliz en sangre, que hierve y tiñe los corporales. Los corporales con la
sangre quedaron en el cáliz y la
Hostia en la patena.
Jesús quiso afianzar no solo la fe de aquel
monje sino de todos los hombres. Noticia del milagro se propagó por todas
partes propiciando así una gran devoción a Cristo en
la Eucaristía.
A pesar del tiempo, guerras e incendios2, el milagro llega a nuestro siglo
tan carente de fe, como signo poderoso de la verdad: Cristo está vivo,
resucitado, Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, en
la Eucaristía.
Los
protagonistas de la historia, el monje y el campesino, tienen sus mausoleos en
la iglesia, cerca del lugar del milagro Eucarístico.
En 1486 los Reyes católicos, peregrinos a
Compostela, se hospedan con los monjes, contemplan el milagro y luego, donan
el relicario donde se ha guardado el Milagro hasta el día de hoy.
En los primeros años del siglo XVII el P.
Yepes escribía: "Yo, aunque indigno, he visto y adorado este santo
misterio, he visto las dos ampollas en una de ellas está la sangre, que
parece apenas coagulada, roja como la de un cabrito recién sacrificado, he
visto también la carne, que es roja y seca".
El Cáliz y
la Patena son afamadas
piezas románicas del siglo XII. Este cáliz preside el escudo de Galicia. La
leyenda del Santo Grial gallego, como se conoce a este cáliz, se ha extendido
por toda Europa. Cebreiro y el Milagro han influido en la obra de Wagner.
Notas
1-El crucifijo original está en el museo de escultura de
Madrid.
2-El color rosáceo de los muros se debe a los incendios que lo
han asolado en 1450 y 1641. Fue restaurada de la ruina en 1962.
|
MILAGRO EUCARISTICO DE DAROCA (1239
)
Introducción
La pintoresca ciudad de Daroca está situada a unas 50 millas de Zaragoza. Es
la primera población española, y quizás del mundo, que estableció una fiesta
pública en honor al Santísimo Sacramento.
Fue escogida por Nuestro Señor Jesús para ser la custodia
del Milagro Eucarístico. Contra una gran lucha y oposición, el Señor escogió
este lugar, y lo hizo todo a Su manera.
Historia del Milagro
Eucarístico
Los hechos transcurrieron así: Los Musulmanes, quienes
siglos antes habían conquistado casi toda la península ibérica, tenían control
de Valencia. Las tropas cristianas de Aragón se unieron para defender sus
tierras y reconquistar lo perdido.
Las tropas Cristianas de Daroca, Teruel y Calatayud se
disponían a conquistar a los moros el Castillo de Chío, Luchente, distante tres
leguas de Játiva, el día 23 de febrero, de 1239.
El Capellán D.Mateo Martínez, de Daroca, celebraba
momentos antes misa en la que consagró seis formas destinadas a la comunión de
los seis capitanes de aquellas tropas: Don Jiménez Pérez, Don Fernando
Sánchez, Don Pedro, Don Raimundo, Don Guillermo, y Don Simone Carroz. Un ataque
sorpresivo del enemigo obligó a suspender la misa, ocultando el capellán las
formas que ya estaban consagradas, envueltas en los corporales en un pedregal
del monte.
Rechazado el ataque del que salieron los cristianos
victoriosos, los comandantes pidieron al sacerdote que les diera
la Comunión en acción
de gracias al Señor por la victoria. El Padre Mateo fue al lugar donde las
había escondido y se encontró a las seis hostias empapadas en sangre y pegadas
a los Corporales.
Los comandantes se regocijaron ante lo que vieron.
Tomaron esto como una señal de Jesús de que iban a ser victoriosos. Hicieron
que el sacerdote levantara el corporal manchado de sangre en un marco, como un
estandarte. Volvieron a batalla contra los Moros, y el castillo de Chio fue
recapturado. El mérito de esta batalla triunfal, se le dio al Milagro
Eucarístico bondadosamente otorgado por el Señor. Los seis comandantes eran
todos de diferentes regiones de España. Cada uno de ellos creía que el sagrado
corporal debía de ir a su ciudad, para ser honrado en
la Catedral. Lo que
empezó como una discusión sobre donde se colocaba el corporal. Decidieron hacer
un sorteo. Tres veces, la ciudad de Daroca fue escogida para ser el hogar del
Milagro Eucarístico. Pero dos comandantes no estaban de acuerdo. El general
principal, propuso como solución un compromiso. Pondrían el corporal en la
espalda de una mula Arabe, cogida en la conquista. La mula nunca había pisado
tierra Cristiana antes del ataque Arabe a España. El plan era dejar que la mula
vagara como quisiera, hasta que encontrara un lugar donde parar. En donde se
detuviera sería el lugar escogido por el Señor para que se quedara allí el
corporal. El plan se llevó a efecto.
La fecha era el 24 de Febrero de 1239. La mula dejó el
cerro de Codol, y empezó su jornada. Iba seguida por la asistencia cercana de
sacerdotes con velas encendidas, y soldados. El primer camino que la mulo tomó
fue hacia Valencia, pero nunca entró en esa ciudad. La mula continuó cruzando
una quebrada que va de Catarroja a Manizes, tocando Segorbe, Jerica y Teruel.
Pero no entró en ninguna de esas ciudades. La mula viajó durante 12 días una
distancia de más de 200
millas antes de doblar las rodillas y caer muerta
enfrente a la Iglesia
de San Marcos, en la ciudad de Daroca (hoy Iglesia de
la Trinidad). El
corporal estuvo en esta iglesia hasta que se trasladó a la iglesia de Santa
María.
La fecha fue el 7 de marzo, que se convertiría en la
fiesta de Santo Tomás de Aquino, un gran defensor de
la Eucaristía. (
En la época del milagro, 1239, Santo Tomas tenía 14 años. Después de su muerte,
a mitad del siglo catorce, fue nombrado protector del Milagro Eucarístico de
Daroca ).
Hay tradiciones y leyendas atadas al viaje de la mula. Se
dice que durante los 12 días sucedieron muchas cosas milagrosas, como música y
cantos angelicales, furia de demonios que abandonaban almas que habían poseído,
muchas conversiones de pecadores. Pero no hay ninguna documentación sobre esto.
Estas son historias locales que se han desarrollado a través de los años. Hay
sin embargo, documentación sobre el Milagro Eucarístico de Luchente, del
peregrinaje de la mula, y de la elección celestial de Daroca como la ciudad
escogida para que el corporal fuera venerado.
Una hermosa Iglesia fue construida para ser el hogar de
este regalo especial al pueblo de Daroca. Un relicario majestuoso fue creado en
1385. Esculturas representando los hechos que conducían al milagro fueron
colocadas en la Iglesia,
como por ejemplo la Batalla
de Luchente, al Padre Don Martínez levantando el corporal como un estandarte de
batalla, el viaje de la mula, y la llegada a Daroca.
En 1261, personas de Daroca fueron a Roma para informarle
al Papa Urbano IV sobre el Milagro Eucarístico de Daroca. El Papa Urbano IV,
Santiago Pantaleón, era contemporáneo de
la Beata Juliana de
Liege, la monja que se pasó su vida tratando de instituir un día de fiesta para
el Santísimo Sacramento. El Papa Urbano IV fue el papa que declaró que el
Milagro Eucarístico de Bolsena era auténtico, y un año después instituyó
la Fiesta de "Corpus
Cristi". Se cree que el Papa Urbano IV, aceptó las noticias del Milagro
Eucarístico de Daroca como una señal más del Señor de que El quería que esta
fiesta fuese instituida.
En 1444, el Papa Eugenio IV concedió un año
de Jubileo para Daroca, cada 10 años. Este fue el mismo Papa que
hizo auténtico el Milagro Eucarístico de Walldurn, Alemania, y el Milagro
Eucarístico de Ferrara, Italia. Fue durante ese tiempo que la ciudad de Daroca
escogió a Santo Tomás de Aquino como el Protector del Milagro Eucarístico. El
Papa Sixto IV también le concedió un jubileo al Milagro de Daroca, cada 6 años.
La sangre en el corporal ha sido analizada, y ha sido
determinado que es de origen humano. No hay ningún dato sobre el tipo de
sangre.
Una Iglesia fue construida en Daroca, especialmente para
los Sagrados Corporales. En el siglo 15 y 16
la Iglesia fue agrandada. Hoy
es conocida como Iglesia de Santa María Colegiata. En la pared, donde esta la
capilla de los Sagrados Corporales, se puede observar las escenas del milagro.
Este Milagro de Daroca, es conocido por todo el mundo y fue documentado
oficialmente en el año 1340.
La
Misa Milagrosa del Padre Cabañuelas
Un prodigio
Eucarístico en el
Santuario
de Guadalupe (Cáceres, España)
Introducción
El venerable padre Cabañuelas, o
fray Pedro de Valladolid, que era su nombre de religión, protagonista de este
prodigioso milagro, fue uno de los eximios varones que ilustraron con su
virtud la incipiente vida religiosa en el cenobio guadalupano en los primeros
tiempos de su establecimiento en
la
Orden de San Jerónimo.
El y otros mas son los discípulos del
Venerable padre fray Fernando Yáñez de Figueroa, ilustre cacereño de la mas
rancia nobleza y primer prior del monasterio, que brillan por su santidad a
lo largo de la primera mitad del siglo XV, ellos han quedado inmortalizados
por el pincel en los 11lienzos que pintó Zurbarán y que decoran la sacristía
del Santuario de Guadalupe.
Su devoción a
la Sagrada Eucaristía
y los ataques del demonio
El Padre Cabañuelas abrazó, siendo muy
joven, la vida religiosa y siempre se distinguió por su profunda devoción a
la Sagrada Eucaristía,
en cuya contemplación y meditación gastaba gran parte de las horas del día y
de la noche. Pero quiso el Señor aquilatar aquella su fe en el gran Misterio,
permitiendo al enemigo de las almas que viniera a perturbar su imaginación
con terribles dudas sobre la presencia real de Cristo en el Sacramento del
Altar, dudas que se acrecentaban hasta producirse tremenda angustia, mientras
celebraba el Santo Sacrificio.
El milagro
El suceso milagroso que disipó todas sus
dudas y le curó radicalmente de todas sus incertidumbres para el resto de su vida,
podemos situarlo cronológicamente hacia 1420, como a los 50 años de su edad,
y es él mismo quien nos lo refiere, aunque de tercera persona en una relación
que de su puño y letra se halló entre sus papeles después de su muerte, y que
nosotros podemos leer a continuación.
"A un fraile de esta casa, dice que le
sucedió que un sábado, celebrando
la Santa Misa, después que consagro el Cuerpo de
nuestro Señor Jesucristo, vio una cosa como nube que cubrió el ara
(Ara: losa o piedra sobre la que el
sacerdote extiende el corporal para celebrar
la Misa) y el cáliz, de manera
que no veía otra cosa sino un poco de la cruz que estaba detrás del ara: lo
cual le inculcó gran temor y rogó al Señor con muchas lagrimas, que le
tuviera piedad y le manifestara que cosa era eso y que lo librase de tan gran
peligro. Estando muy atribulado y espantado, poco a poco se fue quitando
aquella nube, y cuando se quitó no halló
la Hostia consagrada y vio la hijuela que estaba
sobre el cáliz, quitada, y al ver el cáliz lo vio vacío. Al ver esto, comenzó
a llorar fuertemente, demandando misericordia a Dios y encomendándose
devotamente a la
Virgen María.
Estando así afligido, vio venir
la Hostia consagrada puesta
en una patena muy resplandeciente, y se coloco derecho en la boca del cáliz,
entonces comenzó a salir de ella gotas de sangre que caían en tanta cantidad
en el cáliz que se lleno como antes estaba. Una vez que el cáliz se lleno
puso la hijuela encima del cáliz y
la Hostia sobre el ara como antes estaba. El
fraile que aun estaba espantado y llorando, oyó una voz que le dijo: Acaba
tu oficio, y sea a ti en secreto lo que viste."
El momento en que Zurbarán le representa en
el lienzo, uno de los mejores junto con la perla, por la belleza de su
composición, expresión de los rostros, luminosidad y colorido, de cuantos
salieron de su pincel es aquel en que, viendo aparecer de nuevo por el aire
la resplandeciente patena con la
Hostia consagrada, cae de rodillas, entre atónito y
arrobado, reconociendo y rindiendo su inteligencia a la evidencia del
milagro, mientras que el lego que le servía de rodillas también, semeja no
haberse percatado -lo que también hace notar el padre Cabañuelas en su
relato- del prodigio Eucarístico de aquella Misa Milagrosa.
Se divulga el milagro
El hecho fue pronto conocido y divulgado
por todos los ámbitos de la nación, y hasta los mismos reyes de Castilla, don
Juan II y su esposa doña María de Aragón, con el príncipe don Enrique, el
futuro Enrique IV, acudieron a Guadalupe para conocer y tratar al siervo de
Dios, elegido ya como prior del monasterio, quedando tan prendados de su
virtud y santidad, que la reina le eligió por su consejero espiritual, y
mandó en su testamento que, cuando trajeran sus restos al Santuario,
colocaran a su lado los del padre Cabañuelas, como en efecto se hizo.
Aún nos queda un precioso testimonio de
la Misa Milagrosa,
los corporales y la hijuela, con unas gotas de sangre, usados en la misma,
reconocidos ante el notario apostólico en el siglo XVII, fueron declarados
auténticos y son hoy la mas preciada reliquia con que se honra el relicario
guadalupano, como fueron también preclara reliquia eucarística, expuesta a la
veneración de los fieles, en el Congreso Eucarístico de Toledo, en 1926. El
padre Cabañuelas murió el 20 de marzo, de 1441, en olor de santidad, muy
querido y venerado de todos.
|
|
La
Santa Duda de Ivorra del Milagro
Eucarístico
Ivorra, Cataluña, España
A un cuarto de hora del pueblo español de Ivorra, situado en el
obispado de Solsona (Cataluña, España), hay una antiquísima capilla llamada
Santa María, la cual, hace diez siglos, fue el escenario de un milagro
Eucarístico.
Mientras celebraba la
Santa Misa, un día del año 1010, el Reverendo Bernardo
Oliver, rector de dicha capilla, en el momento de pronunciar las palabras de
consagración sobre el cáliz, le asaltó una fuerte tentación de duda referente
a la presencia real de Jesucristo en el vino consagrado.
Fuese que el sacerdote no hubiese rechazado la tentación con la
prontitud debida o que el Señor se sirviera de ella para confirmar una vez
más la verdad del dogma de
la Transubstanciación , con un prodigio de su
omnipotencia, el caso fue que comenzó a brotar del cáliz una fuente de Sangre
tan abundante y copiosa que, empapó los corporales y no paró hasta esparcirse
por el pavimento de la capilla. No hay palabras para explicar la turbación
del sacerdote celebrante y la admiración de los asistentes al Santo
Sacrificio de la Misa,
delante de un prodigio tan sorprendente.
La noticia corrió enseguida por todo el pueblo y algunas piadosas
mujeres se apresuraron a empapar en aquella Sangre milagrosa lo primero que
tuvieron a mano, que fueron unas pobres estopas.
Mientras esto ocurría dentro de la capilla, las campanas, en lo alto
de la torre, comenzaron a repicar solas, como para anunciar a todo el
contorno tan grande y prodigiosa nueva.
La confirmación de un santo obispo y del Papa.
Entre los muchos que acudieron a presenciar el milagro estaba San
Ermengol, Obispo de Urgel, que entonces estaba casualmente en Guisona.
Este santo, después de informarse bien de todas las circunstancias, no pudo
menos que reconocer que se trataba de un hecho sobrenatural y divino.
Años mas tarde, deseoso de proceder con toda la discreción y prudencia
que la Iglesia,
nuestra Madre, acostumbra a emplear en casos semejantes, el obispo Ermengol
recogió parte de aquella Sangre preciosísima y se encaminó hacia Roma, para
dar cuenta de ello al Santo Padre, que era entonces Sergio IV.
El Papa escuchó sorprendido y admirado el relato que le hizo el santo
obispo, y después de aprobar la conducta de San Ermengol dió crédito a la
historia y autorizó el culto de aquella Sangre prodigiosa, quiso corresponder
al rico presente que se le hacía y regaló al santo diferentes y preciosas
reliquias, entre ellas una espina de la corona de nuestro Señor Jesucristo.
Estas reliquias, junto con los corporales tintos en aquella Sangre
milagrosa, que todavía se conservan y veneran en Ivorra, son objeto de dos
fiestas, que se celebran anualmente en memoria perenne de aquel prodigio: la
primera el II Domingo de Pascua y la segunda, el día 16 de agosto, ambas con
gran solemnidad.
Comprueba además la verdad de este hecho, un documento antiquísimo,
copia autentica de la Bulla
que el mencionado Papa Sergio IV dio el año segundo de su pontificado (1010),
autorizando el culto y la veneración de la prodigiosa reliquia, y un Decreto
de la
Sagrada Congregación de Ritos, firmado el 27 de junio, de
1868, confirmando dicha autorización.
El milagro Eucarístico de Ivorra y la ciencia
Mil años después (del
milagro Eucarístico de Ivorra), la ciencia puede ayudar a despejar las dudas
que aún puedan tener los más incrédulos.
El resultado de unos
análisis efectuados en una universidad norteamericana han certificado la
autenticidad de la tela y de la sangre contenida en algunas de las reliquias
que se conservan en el santuario de
la Mare de Déu de Ivorra, donde se venera el Sant
Dubte. Las pruebas no acaban aquí, porque todavía están pendientes más
análisis que se llevarán a cabo en un labotario de Alemania. "Se trata
-afirma Mosén Fermí Manteca, rector de Ivorra- de
realizar un estudio histórico lo más riguroso posible, una revisión del
milagro con intencionalidad histórica. El Vaticano, con motivo del Jubileo,
quería repasar cómo se ha vivido la eucaristía a lo largo de la historia de
la Iglesia."
El milagro del Sant
Dubte ha condicionado la vida de Ivorra desde entonces. La adoración
religiosa a las reliquias que el Papa Sergio IV cedió al pueblo fue muy
popular durante la edad media, pero el actual santuario no se construyó hasta
el siglo XVI, aunque se ha reconstruido hace poco.
Mosén Fermí Manteca ve cercana ya la celebración del milenario del Sant
Dubte. Por eso, ha adaptado la tradición y la devoción a los nuevos tiempos.
|
Prodigio
Eucarístico
Flor de los campos y Lirio de los valles
Ettiswyl,
Lucerna, Suiza.
El párroco de Ettiswyl, cantón de Lucerna, un día
de fuertes lluvias llevó el Santo Viático a un enfermo que moraba en la
campiña. Llegó a un sitio en que el camino estaba convertido en un verdadero
pantano, y, por desgracia, tropezó y cayó. En su caída se abrió el copón, y
la Santa Hostia
desapareció entre el limo, sin que pudiese dar con ella. En este trance,
exclamó entre sollozos: ¡Señor, tened piedad de mí! No me levantaré de
este lugar hasta que me mostréis donde se encuentra el Santísimo Sacramento...
A tan humilde ruego el Señor obró este prodigioso milagro: De en medio del
fango brota una plantita terminada en un botón. Ante la sorpresa del
sacerdote, crecen planta y botón rápidamente; el botón se abre y se
transforma en una hermosa flor de bellos colores y suaves perfumes, dentro de
la cual apareció, brillante e inmaculada,
la Sagrada Forma que se
había
caído, y que, sin duda, habían recogido los ángeles para honrar al que en las
Escrituras es llamado "Flor de los campos y Lirio de los valles".
Con alegría recogió el Sacramento tan milagrosamente conservado y siguió su
camino hacia la morada del moribundo a quien debía consolar.
MACERATA
Dios ha bendecido a esta ciudad italiana con dos grandes regalos:
El
Milagro Eucarístico
y
La Virgen de las Mercedes de Macerata.
MILAGRO EUCARISTICO DE MACERATA
Italia - 1356
Historia del Milagro
Eucarístico
Los
católicos de Macerata dicen que su ciudad se llama la "Ciudad del
Santísimo Sacramento". Esto es por dos razones, una por el Milagro Eucarístico que
ocurrió ahí, y segundo, por ser una de las primeras ciudades del mundo en
organizar la "Confraternidad en honor al Santísimo Sacramento."
En la mañana del 25 de abril, de 1356, se
celebraba Misa en la Iglesia
de las monjas Benedictinas. Al principio de la consagración, el sacerdote dudó
de la real presencia de Jesús en
la Eucaristía y de su permanencia real en las
fracciones de la hostia partida.
En el momento que partía
la Hostia consagrada, sangre
fresca comenzó a derramarse de los bordes de la hostia. El sacerdote lleno de
fe y de profunda emoción, comenzó a temblar tanto que causó que
la Sangre de Nuestro Señor
cayera fuera del Cáliz, manchando el corporal.
Al concluir
la Santa Misa, el
sacerdote se apresuró a informar todo lo sucedido al Obispo Nicolo di St.
Martino. El Obispo ordenó que se llevara, a la catedral, el corporal manchado
de sangre y que se investigara lo acontecido. Este milagro se parecía al
ocurrido en Bolsena menos de 100 años atrás y que había dado lugar a la fiesta
de Corpus Christi.
El corporal fue reverentemente expuesto para
veneración después de haber sido declarado auténtico por la comisión canónica.
Exposición del Santo Corporal
del Milagro
Eucarístico
El Corporal Milagroso fue colocado en
la Catedral de Macerata en
un lugar prominente. Toda la población adoraba a Nuestro Señor Jesús en este
milagro. Cada año, el primer domingo después de Pentecostés, era llevado a
través de las calles de la ciudad en procesión. No solo las personas de
Macerata asistían a la procesión, sino que venían de toda la provincia.
En 1647 un caballero llamado Orazio Longhi donó a
la Catedral un precioso
relicario de plata y cristal para la exposición de la reliquia. En 1649, el
Obispo Silvestri organizó una procesión de gran solemnidad en honor del santo
corporal.
Tanto su constante exposición como las procesiones
continuaron a través de los años, hasta el año 1807 que Napoleón comenzó a
amenazar a Italia y a la
Iglesia. Durante la conquista, Napoleón suprimió las
confraternidades y prohibió las procesiones tradicionales. Entonces, fue necesario
esconder secretamente el santo corporal en un armario detrás de un altar en la
catedral.
El corporal estuvo escondido durante todo ese
tiempo y también durante los disturbios políticos en Italia de la mitad del
siglo 19. Sin embargo, no fue olvidado. En octubre 10 de 1861, el corporal fue
de nuevo declarado auténtico por Monseñor Zangari. Luego, también, el 15 de
septiembre del año 1885, por Monseñor Galeati.
El sagrado corporal después de ser autentificado,
fue finalmente devuelto para veneración en 1932. Se le colocó en un relicario
de cristal para veneración constante en la capilla del Santísimo Sacramento.
Sin embargo, poco después, con la venida del
fascismo y el nazismo en
la
Segunda Guerra Mundial, el corporal fue, de nuevo, por unos
años guardado en el armario. Después que se terminó la guerra, el corporal del
milagro Eucarístico fue llevado en procesión en
la Fiesta de Corpus Christi
detrás del Santísimo Sacramento.
En la actualidad el Santo Corporal
está reservado en el Altar del Santísimo Sacramento en
la Catedral de Macerata. En
la Fiesta de Corpus Christi,
se expone y se venera cerca del altar principal. Las manchas de sangre que
tienen más de 600 años pueden todavía distinguirse en el Corporal, aunque
últimamente se han opacado y descolorido un poco..
¿Por qué el Señor ha permitido que estas manchas
de Su preciosa Sangre se hayan opacado?. Quizás está tratando de revelarnos
como la fe en la
Eucaristía se ha opacado en muchos corazones. Puede ser que
el Señor está esperando el momento en que sea necesario volver a revivir este
milagro.
Investigaciones:
La autenticidad del corporal ha sido establecida
de tres formas:
1- La tela: ha sido examinada por eruditos y se ha
concluido que data del siglo 14.
2- El pergamino sujetado al corporal contiene
caligrafía gótica que ha sido identificada como del siglo en el cual ocurrió el
milagro.
3- Aunque no se preservó ningún
documento oficial, si existen muchos manuscritos de autores respetados de la
época que narran la historia del milagro y aceptan su autenticidad.
Imagen milagrosa de
La virgen de las Mercedes de
Macerata
Macerata no es solamente conocida por el Milagro
Eucarístico, sino también por el " Santuario de Nuestra Señora de las
Mercedes de Macerata". Aquí se encuentra una pintura de Nuestra Señora
a la cual se le atribuye la salvación de la población de Macerata de la peste
en el año 1447.
En ese año toda Italia fue víctima de una plaga
que estaba matando a la población en proporciones masivas. El Consejo de la
ciudad se reunió y pasaron una ley muy peculiar: construirían a
la Santísima Virgen
una pequeña Iglesia en 24 horas, pidiéndole así la liberación de la peste.
Escogieron el 15 de agosto, la
Fiesta de
la Asunción, para construir
la Iglesia.
Todas las personas de la ciudad participaron del
proyecto, oficiales de la ciudad, miembros de la nobleza, clérigos y aldeanos.
Todos con una meta común. La capilla fue construida en 24 horas.
La Virgen Santísima
vio con buenos ojos este acto de fe, intervino con su intercesión poderosa y la
ciudad de Macerata fue librada de la peste. Cincuenta años después se edificó
una Iglesia apropiada.
Pero no fue hasta 1721, que el Vaticano honró a
Nuestra Señora de Macerata con una Corona. Entonces se edificó una nueva
Iglesia, la cual hoy es el hermoso " Santuario de Nuestra Señora de
la Merced de Macerata."
Se ha convertido en un Santuario de Peregrinaciones Marianas muy importante
para el área de Marches.
MILAGRO
EUCARÍSTICO DE ORVIETO/BOLSENA
Orvieto
es una preciosa ciudad de
la
Umbría, región italiana que ha dado a
la Iglesia innumerables
santos. Basta mencionar a San Francisco, Sta. Clara de Asís, Sta. Clara de
Montefalco, San Valentín, San Benito, Sta. Rita...
La
ciudad, anidada en la cima de una montaña, me hace pensar en lo trabajoso
que habrá sido para sus ciudadanos comunicarse con el mundo antes de este
siglo. Sin embargo es en la actualidad cuando Orvieto parece estar alejada y
olvidada. Los hijos de Orvieto del siglo XX, en su mayoría, prefirieron las
ciudades grandes de las planicies a vivir por las nubes. Sus grandes edificios,
especialmente su catedral, parecen un recuerdo de otros tiempos muy distantes
donde allí se vivió intensamente la fe, el arte y el deseo de hacer algo grande
por Dios
MILAGRO EUCARISTICO
DE ORVIETO / BOLSENA
Orvieto no se puede olvidar porque
allí se encuentra un
prodigio divino. Su catedral es custodia de un milagro Eucarístico
que se puede venerar en la capilla izquierda. Se trata de un corporal que
muestra la Sangre
que brotó de una Sagrada Hostia.
En el año 1264 el Padre Pedro de Praga, Bohemia,
dudaba sobre el misterio de la transustanciación del Cuerpo y de
la Sangre de Cristo en
la Eucaristía. Acudió
así en peregrinación a Roma para pedir sobre la tumba de San Pedro la gracia de
una fe fuerte. De regreso de Roma, Dios se le manifestó de manera milagrosa ya
que cuando cuando celebraba la
Santa Misa en Bolsena, en la cripta de Santa Cristina,
la Sagrada Hostia
sangró llenando el Corporal de
la Preciosa Sangre.
La noticia del prodigio llegó pronto al Papa Urbano
IV, que se encontraba en Orvieto, ciudad cercana a Bolsena. Hizo traer el
corporal y, al constatar los hechos, instituyó
la
Solemnidad
de Corpus Christi.
El mismo Papa Urbano IV encargó a
Sto. Tomás de Aquino
la preparación de un oficio litúrgico propio para esta fiesta y la creación de
cantos e himnos para celebrar a Cristo Eucaristía. Entre los que compuso está
la sublime secuencia “Lauda Sion” que se canta en
la Misa de Corpus Christi.
El año 1290 el Papa Nicolás IV, a petición del clero y del pueblo, colocó la
primera piedra de la nueva catedral de Orvieto donde aun se encuentra la
sagrada reliquia.
El zumbido de las abejas
Tomado
de: Prodigios Eucarísticos de Fray Antonio Corredor García, O.F.M pg.20
Corría el siglo XIII. En los suburbios de una
ciudad de Polonia, un hombre humilde vivía del producto de su colmena. Cada día
acudía a contemplar las abejas en su incansable trabajo. Se maravillaba de como
recogían el néctar de las flores para convertirlo en miel. En una de esas
visitas escuchó algo extraordinario. Se oía como una fuente. Esta melodía
continuaba durante el día.
El labriego
se preguntaba que ocurriría en el interior de la colmena. Una noche sobre el
colmenar vio con asombro grandes resplandores. Se acercó a la colmena y escuchó
el misterioso zumbido de las abejas.
"Cómo es posible, exclamó, que las abejas zumben de noche. Cuando las sombras
de la noche envuelven la tierra, no se percibe cerca de las colmenas ni un
zumbido."
El labriego fue a visitar al Obispo de su diócesis para explicarle lo que había
visto. El señor Obispo, para cerciorarse de si era cierto, acudió al lugar
donde estaba el colmenar, y vio el también los intensos resplandores sobre la
colmena. Al día siguiente se dirigió al colmenar, acompañado de algunos
sacerdotes y de numeroso pueblo, ordenó que fuese abierta la colmena. ¡Oh
prodigio! En su interior encontraron una Custodia de cera blanca, labrada con
gran primor y delicadeza. En la
Custodia estaba el Santísimo Sacramento, y a su alrededor
revoloteaba un enjambre de abejas.
El señor Obispo tomó la
Sagrada Hostia y, acompañado del clero y del pueblo, la llevó
a la iglesia. Nadie supo explicarse por qué el Santísimo Sacramento se hallaba
en una colmena.
En el mismo lugar donde se hallaba el colmenar, construyóse una capilla. Fue
tanta la fama de esta capilla, que desde muy lejos acudían los enfermos para
implorar la misericordia de Dios, y muchos de ellos regresaban a sus
hogares completamente curados.
Mas tarde, se descubrió el origen de aquella hostia: Unos ladrones, después de
haber hecho un robo sacrílego, se arrepintieron y echaron el viril en la
colmena.
Milagro Eucarístico
de Santarem, Portugal.
Ocurrido
en 1247,
el milagro continúa...752
años mas tarde la sangre sigue fresca.
Santarem está situada a mitad de camino entre
Lisboa y Fátima, 65km al norte de Lisboa, 60km al sur de Fátima. Ciudad natal
de Santa Irene y del
San Fernando rey de Portugal
El
Maravilloso Milagro Eucarístico de Santarem
en
el que se puede ver con claridad
la Sagrada Hostia con
la Preciosa Sangre de
Nuestro Señor Jesucristo, 752 años después del milagro. Es, por tanto, un
milagro que continúa...
Contempla
la Sagrada Hostia,
consagrada 245 años antes del descubrimiento de América.
Contempla a tu Señor
Eucarístico que ha querido permanecer en este milagro de Santarem para
invitarnos a redescubrir su Real Presencia.
Es el mismo
Jesucristo que te espera en el tabernáculo de tu parroquia.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.--.-.-.-.-.-.-.--.-.-.-.--.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
SIENA
|
SIENA
|
CIUDAD DEL MILAGRO
EUCARÍSTICO
Y DE
SANTA CATALINA Y SAN BERNARDINO
|
Siena,
en la región Toscana de Italia, siempre ha sido un lugar de gran cultura y
arte. Es también famosa por Santa Catalina, nacida en 1347 y muchos otros
santos. Pero su mayor tesoro se hizo presente casi 400 años después: El Milagro
Eucarístico de Siena.
Santos de
Siena
La
santa mas conocida de Siena es Santa Catalina.
¿Quién es Santa Catalina
de Siena?
En Siena
S. Felipe Benizi recibió en la orden de los Servitas a S. Peregrino (S.
Peregrini) quien había sido líder de una facción que violentamente había,
tiempo atrás, expulsado a S. Benizi de su ciudad. (S. Felipe es modelo de
reconciliación). Ya convertido, San Peregrini fue un gran líder que llevó a
muchos a Cristo. Se destacó por su amor a la cruz. Es patrón de los enfermos de cáncer,
habiendo sido sanado de esa enfermedad.
San Bernardino de Siena, nacido casi
300 años antes del Milagro Eucarístico. Fue un reformador de
la Orden Franciscana.
Desde que comenzó su misión de predicación, se dedicó a promover la devoción a
la Eucaristía.
Acostumbraba a llevar consigo una tablilla, mostrando
la Eucaristía con
rayos saliendo de ella y en el medio, el símbolo IHS. Éste se llegó a conocer como el
símbolo de la
Eucaristía. Su gran influencia en Italia es evidente ya que
este símbolo puede verse en muchos edificios e Iglesias en el mundo,
especialmente en Siena y Florencia.
Siena es también la cuna de Santa Bernardina
(franciscana) y
B. Ana María Taigi (su
cuerpo incorrupto se encuentra en Roma).
Para el año 1730, Siena ya no era la ciudad de gran
devoción de los tiempos de Sta. Catalina y San.
Bernardino.
Mas bien, era un lugar como muchos en Europa, donde los
días de fiesta religiosas, eran ocasiones para divertirse. Se fue perdiendo el
significado y valor religioso de las fiestas. Todos se reunían en
la Plaza del Campo, a celebrar
un día libre de trabajo.
Para mediados del Siglo XVII, Europa estaba muy envuelta
en el Renacimiento. El interés de la gente estaba en el arte y la cultura.
Aunque muchos iban a la
Iglesia, no eran necesariamente movidos por un profundo amor
a la Eucaristía,
ni a la Virgen. Por
esto es que en 1730, Siena necesitaba un milagro, una gracia de Dios para la
renovación espiritual. En realidad no solo Italia, sino que también Europa,
necesitaba un cambio que le hiciera arrodillarse y concentrar su atención en el
poder de Dios. En estas situaciones, nuestro Señor no abandona a su pueblo.
Historia del Milagro
Siena tiene en realidad dos milagros
Eucarísticos aquí relatamos el más famoso. El segundo se encuentra en la
basílica de
Casia.
El día antes de la fiesta de
la Asunción por la
mañana, los sacerdotes de todas las iglesias de Siena consagraron Hostias
adicionales previendo la gran muchedumbre que recibiría
la Comunión al día
siguiente. Todos ellos fueron al espléndido Duomo,
la Catedral, para planear
las festividades del día siguiente, y tomar parte en
la Ceremonia de
la Vigilia de esa noche. Como
todos los sacerdotes estaban en
la
Catedral, las Iglesias estaban vacías.
El
14 de agosto, por la noche, ladrones entraron a
la Basílica de San
Francisco, que está en el extremo norte de la ciudad. Abrieron el
Tabernáculo para robar el copón de oro que contenía las hostias
consagradas. Se llevaron todo, las hostias y el copón.
Nadie se dio
cuenta del crimen hasta la mañana siguiente, cuando los sacerdotes de
la Iglesia fueron a celebrar
la Misa de
la Asunción. Surgió
el pánico. La prueba del crimen fue confirmada cuando alguien trajo la parte de
arriba del copón, que había encontrado en la calle frente a
la Iglesia. Todo el
pueblo comenzó a buscar las Hostias perdidas. Todas las celebraciones fueron
suspendidas.
El Arzobispo pidió oraciones públicas para que
aparecieran las Hostias Consagradas en buen estado. Hasta ese momento no se
sabía la razón del porqué las hostias habían sido robadas. ¿Sería por el oro
del copón, o por un propósito más diabólico, para profanar y cometer
sacrilegios en contra de Nuestro Salvador? De nuevo, el Señor se permite ser
vulnerable ante la maldad del hombre. Nuevamente, El se pone completamente en
nuestras manos.
Tres días más tarde, el 17 de agosto, mientras un
hombre estaba orando en la
Iglesia de Santa María en Provenzano, muy cerca de
la Basílica de San
Francisco, notó que había algo de color blanco dentro de la caja de los pobres.
Esto que era blanco tenía forma redonda y parecía brillar. Inmediatamente, se
lo fue a decir al sacerdote de esa Iglesia, y éste fue a informarle al
arzobispo, quien mandó a uno de sus asistentes a
la Iglesia de Santa María.
Cuando el representante del Arzobispo y un sacerdote de
la Basílica de San
Francisco llegaron a la
Iglesia de Sta. María, abrieron la caja de los pobres y
encontraron una gran cantidad de Hostias. Algunas se habían enredado con las
telarañas dentro de la caja y otras cayeron al fondo. Ellos las contaron para
ver si se había perdido alguna. El sacerdote de
la Iglesia de San Francisco
dijo que la cantidad era correcta, 348 Hostias enteras y 6 mitades. El
sacerdote había consagrado 351 Hostias el día 14 de agosto.
¡Qué largos se hicieron esos tres días en que las hostias
estuvieron perdidas! Esos tres días parecieron, los días entre
la Crucifixión y
la Resurrección.
Un suspiro de alivio y de alabanza al Señor resonó por
dos razones. Una razón fue que las Hostias Consagradas se habían encontrado y
la otra, que no se habían tomado ninguna. Eso era el temor que todos tenían,
que si les interesaba el Copón, desecharan las hostias consagradas en cualquier
lugar, o en un basurero.
Recogieron todas las hostias y las limpiaron con sumo
cuidado. Se llevaron a la
Iglesia de San Francisco en una procesión acompañada por una
gran multitud. Una vez que llegaron a
la Iglesia, las expusieron para adoración y
reparación. La historia del robo se esparció a través de todo el país y muchos
empezaron a hacer peregrinaciones a
la Iglesia de San Francisco para orar ante las
Hostias Consagradas. Esto fue antes de que supieran que en ellas se iba a dar
un milagro. Las hostias no fueron distribuidas.
No hay ninguna explicación cierta de porque las hostias
no fueron distribuidas. Una de las razones puede ser que gran multitud de
personas de Siena y otros pueblos vecinos llegaban para adorar las hostias y
así los sacerdotes se vieron forzados a no consumirlas. Otra razón posible es
que, aunque las hostias fueron cuidadosamente limpiadas, todavía quedaron algo
sucias. En casos como este, en que las Hostias Consagradas han sido de alguna
forma contaminadas, no se requiere que sean consumidas. Generalmente, se
mantienen reservadas hasta que se deterioren. Cuando esto ocurre
la Presencia Real
desaparece de ellas. Posiblemente, los Franciscanos querían dejar que las
Hostias fueran adoradas por los peregrinos hasta el momento en que se
deterioraran, y eso hubiera sido el final de todo. Pero esto nunca sucedió.
Ante el asombro de los sacerdotes, las Hostias no se
deterioraban, mas bien se mantenían frescas y con olor muy agradable. Al pasar
el tiempo, los franciscanos se convencieron de que estaban presenciando un
milagro continuo de preservación.
Algunos personajes importantes de
la Iglesia, obispos o
cardenales, fueron permitidos recibir una de las hostias. Ellos reportaron que
su gusto era fresco y agradable.
Investigaciones
Cincuenta años después de que las hostias fueron
recuperadas, se condujo una investigación oficial para comprobar la
autenticidad del milagro. El General de
la Orden Franciscana,
P. Carlo Vipera, examinó las Hostias el 14 de abril, de 1780, consumiendo una y
comprobando que estaba fresca e incorrupta. Ya que se habían distribuido unas
hostias durante los años anteriores, el General ordenó que las 230 hostias que
quedaban fueran colocadas en un nuevo ciborium y prohibió que continuaran
distribuyéndolas.
Nueve años después, en 1789, una mas detallada
investigación fue hecha por el Arzobispo de Siena. Esta investigación incluyó
teólogos prominentes y otros dignatarios. Después de examinar las hostias con
microscopio, la comisión declaró que estaban perfectamente intactas y que no
mostraban ningún signo de descomposición, ni cambio de color. Tres franciscanos
que habían estado presentes en las investigaciones anteriores, fueron cuestionados,
por el Arzobispo, bajo juramento. En esta investigación también se reafirmó que
las hostias examinadas eran las mismas que habían sido robadas en 1730 y tres
días mas tardes descubiertas..
Fue en esta investigación, que el Arzobispo ordenó que
una cantidad de hostias sin consagrar se colocaran en un envase herméticamente
sellado e iba ha ser guardado bajo llave, por diez años, en la oficina de
la Cancillería. Las
Hostias Milagrosas se guardaron en un Copón, no sellado herméticamente, sino
que en la forma en que habían estado reservadas por los últimos 59 años.
Al final del período de 10 años, el envase de las hostias
no consagradas fue abierto en presencia del Arzobispo y varios oficiales. Ellos
encontraron que estaban descoloridas, desfiguradas y deterioradas. Entonces,
revisaron las Hostias Milagrosas y encontraron que estaban en perfectas
condiciones. En 1850, 61 años mas tarde, si hizo una prueba similar, teniendo
los mismos resultados. Las hostias sin consagrar reducidas a polvo y las
hostias milagrosas mantenían su frescor.
Otras investigaciones se hicieron en diferentes
ocasiones. La mas importante fue en el año 1914 y se llevó acabo por la
petición del Papa Pío X. Para esto se seleccionaron un panel de distinguidos
investigadores que incluía científicos y profesores de Siena y Pisa, como
también, teólogos y oficiales eclesiásticos.
Exámenes de ácido y almidón fueron hechos en uno de los
fragmentos e indicaron un nivel normal de ambos.
De un examen microscópico, se concluyó que las hostias
habían sido hechas de harina de trigo cernido, el cual estaba perfectamente
preservado.
La comisión explicó que si el pan sin levadura era
preparado en condiciones de limpieza y era guardado en un envase donde no
entrara el aire, que estuviera esterilizado, podrían mantenerse por mucho
tiempo. El pan sin levadura preparado en una forma normal, expuesto al aire y a
la actividad de los microorganismos podría mantenerse intacto por algunos pocos
años.
Se concluyó que las hostias robadas fueron
preparadas sin precauciones científicas y guardadas bajo condiciones ordinarias
que debieron haber causado que se deterioraran rápidamente. Las hostias estaban
tan perfectamente preservadas que después de 184 años podían ser consumidas.
El profesor Siro Grimaldi, profesor de química en
la Universidad de Siena y
director de el Laboratorio municipal, y reconocido por sus muchas distinguidas
posiciones en el área de la química, fue el cabeza de la comisión de
investigación del año 1914. Dio muchas conferencias sobre la naturaleza
milagrosa de las hostias e incluso escribió un libro.
En el año1922, se llevó a cabo otra
investigación en presencia de los Obispos de Siena, Montepulciano, Folignno y
Grosseto. Los resultados fueron igual a los anteriores. No había explicación
natural por la que las hostias hubieran permanecido sin corromperse por un
período de tiempo tan largo (192 años). Lo proclamaron ser un milagro.
En 1950, las Hostias Milagrosas fueron removidas de
su antiguo ciborio y puestas en uno más elaborado y costoso que llamó la
atención de otro ladrón. Este en la noche del 5 de agosto, de 1951 cometió otro
sacrilegio en contra de las hostias, pero esta vez solo se llevó el ciborio
dejando las hostias en una esquina del tabernáculo. Después de contar 133
hostias, el Arzobispo las guardó selladas en un ciborio de plata. Fueron
fotografiadas y colocadas en un relicario elaborado en el cual se encuentran
hoy.
Los Obispos y oficiales de
la Iglesia fueron,
solemnemente, en procesión con las Hostias a través de la ciudad, y las
tuvieron expuestas por un tiempo.
Las hostias milagrosas son expuestas públicamente
en varias ocasiones, pero especialmente el 17 de cada mes, que conmemora el día
que fueron encontradas en el año 1730. En la fiesta de Corpus Christi, las
hostias sagradas son llevadas en una triunfante procesión a través de las
calles de Siena.
Visitantes
Entre los muchos que han visitado las hostias milagrosas
para adorar al Señor, tenemos a San. Juan Bosco y el Papa Juan XXIII quién en
Mayo 29, 1954, firmó los libros de visitantes. Aunque no pudieron físicamente
visitar el milagro eucarístico, los Papas Pío X, Benedicto XV, Pío XI y Pío XII
hicieron declaraciones oficiales de gran interés y admiración.
El 14 de septiembre, de 1980, el Papa Juan Pablo II
fue a Siena para adorar a Jesucristo en las Sagradas Hostias del Milagro
Eucarístico, siendo el 250 Aniversario del Milagro de las Hostias.
Con voz unánime, los fieles, sacerdotes, obispos,
cardenales y papas se han maravillado y adorado las sagradas hostias, reconociendo
que en ellas se da un milagro permanente, completo y perfecto, que ha durado
por 250 años. A través de este milagro las hostias han permanecido completas y
con brillo natural, y con el olor característico del pan sin levadura. Como
están en perfecto estado de conservación,
la Iglesia Católica
nos asegura, que aunque fueron consagradas en 1730, siguen siendo
verdaderamente el Cuerpo y la
Sangre de Cristo.
Cada viernes por la noche, a las 6:00 de la
tarde, se reza un Rosario seguido por la celebración de la santa Misa, y
ésta seguida por la
Bendición con las Hostias Milagrosas.
El Padre Antonio Giannini fue el guardián del Milagro
Eucarístico por muchos años. Nosotros le conocimos en la peregrinación del año
1993. Su amor por la
Eucaristía fue muy profundo y por ello dedicó gran parte de
su vida a estudiar los diferentes Milagros Eucarísticos del mundo. Para el P.
Giannini, este milagro de Siena tiene mucho significado e importancia para los
fieles, ya que el Señor lo ha mantenido preservado y en la forma original de
pan sin levadura.
¿Querrá el Señor mostrarnos la importancia de permanecer
fieles a una fe pura sin mezclarnos con nada que la diluya o la minimice?
El
suceso de Tumaco
Retroceden las olas del mar ante
la Hostia consagrada.
Libro: Prodigios Eucarísticos
Fr. Antonio Corredor García, o.f.m.
pgs.108-113.
(P. Pedro Corro, en Agustinos amantes de
la Sagrada Eucaristía)
El siguiente suceso tuvo lugar el 31 de enero de 1906, en el pueblo de Tumaco,
perteneciente a la
República sudamericana de Colombia, y situado en una
pequeñísima isla a la parte occidental de aquella República, bañada por el
océano Pacífico. Hallábase allí de cura-misionero, en dicho tiempo, el
reverendo padre fray Gerardo Larrondo de San José, teniendo como auxiliar en la
cura de almas al padre fray Julián Moreno de San Nicolás de Tolentino, ambos
recoletos.
Eran próximamente las diez de la mañana, cuando comenzó a sentirse un espantoso
temblor de tierra, siendo este de tanta duración que, según cree el padre
Larrondo, no debió bajar de diez minutos, y tan intenso, que dio con todas las
imágenes de la iglesia en tierra. De más está decir el pánico que se apoderó el
pueblo, el cual todo en tropel se agolpó en la iglesia y alrededores, llorando
y suplicando a los padres organizasen inmediatamente una procesión y fueran
conducidas en ellas las imágenes, que en un momento fueron colocadas por la gente en sus
respectivas andas.
Parecíales a los padres más prudentes animar y consolar a sus feligreses,
asegurándoles que no había motivo para tan horrible espanto como el que se
había apoderado de todos, y en esto se ocupaban los dos fervorosos ministros
del Señor cerca de la iglesia, como advirtieron que, como efecto de aquella
continua conmoción de la tierra, iba el mar alejándose de la playa y dejando en
seco quizá hasta kilómetro y medio de terreno de lo que antes cubrían las
aguas, las cuales iban a la vez acumulándose mar adentro, formando como una
montaña que, al descender de nivel, había de convertirse en formidable ola,
quedando probablemente sepultado bajo ella o siendo tal vez barrido por
completo el pueblo Tumaco, cuyo suelo se halla precisamente a más bajo nivel
que el del mar.
Aterrado entonces el padre Larrondo, lanzóse precipitadamente hacia la iglesia,
y, llegándose al altar, sumió a toda prisa las Formas del sagrado copón,
reservándose solamente la
Hostia grande, y, acto seguido, vuelto hacia el pueblo,
llevando el copón en una mano y en otra a Jesucristo Sacramentado, exclamó:
Vamos, hijos míos, vamos todos hacia la playa y que Dios se apiade de nosotros.
Como electrizados a la presencia de Jesús, y ante la imponente actitud de su
ministro, marcharon todos llorando y clamando a su Divina Majestad tuviera
misericordia de ellos. El cuadro debió ser ciertamente de lo más tierno y
conmovedor que puede pensarse, por ser Tumaco una población de muchos miles de
habitantes, todos los cuales se hallaban allí, con todo el terror de una muerte
trágica grabado ya de antemano en sus facciones.
Acompañaban también al divino Salvador las
imágenes de la iglesia traídas a hombros, sin que los padres lo hubieran
dispuesto, sólo por irresistible impulso de la fe y la confianza de aquel
pueblo fervorosamente cristiano.
Poco tiempo había pasado, cuando ya el padre Larrondo se hallaba en la playa, y
aquella montaña formada por las aguas comenzaba a moverse hacia el continente,
y las aguas avanzaban como impetuoso aluvión, sin que poder alguno de la tierra
fuera capaz de contrarrestar aquella arrolladora ola, que en un instante
amenazaba destruir el pueblo de Tumaco.
No se intimidó, sin embargo, el fervoroso recoleto; antes bien, descendió
intrépido a la arena y, colocándose dentro de la jurisdicción ordinaria de las
aguas, en el instante mismo en que la ola estaba ya llegando y crecía hasta el
último límite el terror y la ansiedad de la muchedumbre, levantó con mano firme
y con el corazón lleno de fe la sagrada Hostia a la vista de todos, y trazó con
ella en el espacio la señal de la
Cruz. ¡Momento solemne! ¡Espectáculo horriblemente sublime!
La ola avanza un paso más y, sin tocar el sagrado copón que permanece elevado,
viene a estrellarse contra el ministro de Jesucristo, alcanzándole el agua
solamente hasta la cintura. Apenas se ha dado cuenta el padre Larrondo de lo
que acaba de sucederle, cuando oye primeramente al padre Julián, que se hallaba
a su lado, y luego a todo el pueblo en masa, que exclamaban como enloquecidos
por la emoción: ¡Milagro! ¡Milagro!
En efecto: como impelida por invisible poder superior a todo poder de la
naturaleza, aquella ola se había contenido instantáneamente, y la enorme
montaña de agua, que amenazaba borrar de la faz de la tierra el pueblo de
Tumaco, iniciaba su movimiento de retroceso para desaparecer, mar adentro,
volviendo a recobrar su ordinario nivel y natural equilibrio.
Ya comprende el lector cuánta debió ser la alegría y la santa algazara de aquel
pueblo, a quien Jesús Sacramentado acaba de librar de una inevitable y
horrorosa hecatombe.
A las lágrimas de terror sucediéronse las lágrimas del más íntimo alborozo; a
los gritos de angustia y desaliento siguieron los gritos de agradecimiento y de
alabanza, y por todas partes y de todos los pechos brotaban estentóreos vivas a
Jesús Sacramentado.
Mandó entonces el padre Larrondo fuesen a traer de la iglesia
la Custodia, y, colocando en
ella la Sagrada Hostia,
organizóse, acto seguido, una solemnísima procesión, que fue recorriendo calles
y alrededores del pueblo, hasta ingresar Su Divina Majestad con toda pompa y
esplendor en su santo templo, de donde tan pobre y precipitadamente había
salido momentos antes.
Como el dicho estremecimiento no tuvo lugar sólo en Tumaco, sino en gran parte
de la costa del Pacífico, por los grandes daños y trastornos que aquella ola,
rechazada en Tumaco, causó en otros puntos de la costa harto menos expuestos
que éste a ser destruídos por el mar, se puede calcular la importancia del
beneficio que Jesús dispensó a aquel cristiano pueblo, el cual, por estar, como
hemos dicho, a nivel más bajo que el del mar, probablemente hubiera desaparecido
con todos sus habitantes. He aquí lo que
en carta que tenemos a la vista nos dice hablando de esto el misionero
reverendo padre Fray Bernardino García de
la Concepción, que
por entonces se hallaba en la ciudad de Panamá: "En Panamá estaba en la
mayor bajamar, y de repente (lo vi yo) vino la pleamar y sobrepasó el puerto,
entrando en el mercado y llevándose toda clase de cajas: las embarcaciones
menores que estaban en seco fueron lanzadas a grande distancia, habiendo habido
muchas desgracias".
El suceso de Tumaco tuvo grandísima resonancia en el mundo, y de varias
naciones de Europa escribieron al padre Larrondo, suplicándole una relación de
lo acontecido.
Papas que han
reconocido el Milagro de Turín: Pío II, Gregorio XVI, Clemente XIII, Benedicto
XIV, San Pío X, Pío XI y JPII.
“MILAGROS
EUCARÍSTICOS”
Esto dice el señor:
EL QUE COME MI CARNE
Y BEBE MI SANGRE, TENDRÁ VIDA ETERNA Y YO LO RESUCITARÉ EN EL ÚLTIMO DÍA,
PORQUE MI CARNE ES VERDADERA COMIDA Y MI SANGRE VERDADERA BEBIDA.