Celebrando la Vidaen el Nuevo Milenio Guiones para la celebración de la Cena del Señor Ciclo "B" Miguel Ángel Osimani EDICIONES BETANIA
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DOMINGO 10 DE MARZO DE 2024 DOMINGO IVº DE CUARESMA
PREPARACIÓN: Antes de la salida del celebrante
Hermanos, ya a la mitad de este tiempo fuerte de Cuaresma,
del cual hemos vivido tres semanas, celebramos hoy el cuarto domingo, y
comenzamos a vivir las tres semanas que nos restan para llegar a la Pascua;
por eso ya este domingo es de una alegría pre-pascual en medio del rigor de
la Cuaresma, y por eso es llamado "Laetare", que significa alégrate,
regocíjate. Por ello este día es uno de los dos domingos en el año en que se
puede mitigar el rigor del morado en los ornamentos litúrgicos, con el uso
de ornamentos rosados.
AMBIENTACIÓN:
Luego del saludo inicial y antes del acto
penitencial
El inmenso amor de Dios, que supera totalmente
nuestra inteligencia, se nos manifiesta plenamente en el envío de su Hijo,
para que muriendo en la cruz, nos obtenga el perdón de los pecados. Y quien
ha descubierto el camino de seguimiento de Jesús, se siente transformado,
renacido, dispuesto a reiniciarse en una vida más limpia y de mayor servicio
a los hermanos. Los viejos tiempos ya no cuentan y una nueva vida se abre
ante los ojos de los creyentes.
1ª. LECTURA: (2
Cro
El castigo del exilio del pueblo, es parte del plan salvador
de Dios, que quiere su conversión y por eso, les anuncia su perdón y la
promesa de su reconstrucción.
SALMO RESP.:
(136, 1-6) (Ver texto)
R.
¡Que no me olvide de ti, ciudad de Dios!
2ª. LECTURA:
(Ef 2, 4-10) (Ver
texto)
Pablo nos explica el mayor don que Dios nos da para ser
salvados, la manifestación máxima de su infinita misericordia: su Hijo.
EVANGELIO:
(Jn 3, 14-21)
(Ver
texto)
Escuchemos atentamente a Jesús en su diálogo con Nicodemo,
en el que nos anuncia la voluntad de su Padre: que el hombre tenga vida.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
CELEBRANTE:
Y ahora hermanos, pongamos
en manos de nuestro Padre, que nos concede ofrecerle el sacrificio de
alabanza cuaresmal, esta súplica humilde y confiada, en la que le pedimos
que nos ayude a prepararnos para poder recibir su salvación.
GUÍA:
A cada una de las
peticiones responderemos orando:
"SEÑOR,
DANOS TU LUZ"
v
Padre, queremos que por la proclamación de la Iglesia y del Santo Padre,
vivamos en búsqueda permanente del Resucitado y seamos verdaderos hijos de
la luz, y por ello te pedimos... v
Padre, queremos que junto a nuestros
obispos
y nuestros sacerdotes, formemos
una comunidad diocesana en la que vivamos este tiempo en el reconocimiento
de que Dios nos busca y nos quiere, y por ello te
pedimos... v
Padre, porque queremos que en nuestra patria todos seamos constructores de
tu Reino, para que todas nuestras familias y nuestra sociedad tenga a tu
Hijo por cabeza, te pedimos... v
Padre, porque no queremos ignorar la presencia de tu Hijo en
los pobres, los sencillos y los marginados y queremos atender a Cristo en
cada uno de ellos, te pedimos... v
Padre, porque queremos que este tiempo sea para toda nuestra comunidad, un
auténtico morir a nuestros pecados, que cambie radicalmente nuestras vidas y
vivamos verdaderamente la alegría, la esperanza, el amor y el perdón, te pedimos...
CELEBRANTE: Dios nuestro,
que renovando al mundo por medio de sacramentos divinos, nos salvas sin
mérito de nuestra parte, haz que encontremos la luz y la vida en la persona
de tu Hijo y la transmitamos a todos nuestros hermanos, para que todos
alcancen la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS
OFRENDAS:
En necesario que junto al pan y el vino, nos ofrezcamos
nosotros mismos al Padre, pidiéndole que él nos purifique y así podamos
alcanzar la salvación que nos ofrece.
Al término del “Lavatorio de
Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del altar y antes de la
oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea
DIÁLOGO DEL PREFACIO:
Al iniciarse el Prefacio (antes de
"El Señor esté con vosotros")
Elevemos nuestra plegaria de profunda acción de gracias al
Padre, por su gran amor manifestado en su Hijo único, Cristo, que es origen
de nuestra esperanza en la Patria definitiva del Cielo.
COMUNIÓN:
Cristo es la luz que vino al mundo, y nos dejó el mandato de
ser nosotros también, luz del mundo, por ello se quedó en medio nuestro,
para alimentar constantemente nuestra llama, con su Palabra y con este Pan
de Vida,
COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al
término de la distribución de la comunión.
Hermanos:
Todos aquellos que no
han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado, pueden hacer la
Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:
Creo Señor mío que estás
realmente presente
en el Santísimo
Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las
cosas y deseo
ardientemente recibirte
dentro de mi alma;
pero, no pudiendo
hacerlo ahora sacramentalmente,
ven al menos
espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese
recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas
que me separe de Ti.
Amén.
DESPEDIDA:
Iluminados por
la Palabra y fortalecidos por la Eucaristía, volvamos a nuestros hogares
dispuestos a comportarnos como verdaderos hijos de la luz, obrando en
nuestras vidas con bondad, justicia y verdad.
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