Celebrando la Vidaen el Nuevo Milenio Guiones para la celebración de la Cena del Señor Ciclo "A" Miguel Ángel Osimani EDICIONES BETANIA
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DOMINGO 11 DE DICIEMBRE DE 2022 DOMINGO IIIº DE ADVIENTO
PREPARACIÓN: Antes de la salida del celebrante
Celebramos hoy el domingo tercero de Adviento, denominado "Gaudete", por la primera palabra de la antífona de entrada de este día: "alégrense", y que es precisamente la invitación anticipada a la alegría y que traduce perfectamente el espíritu tan especial que anima a todo este domingo: "el Señor está a punto de venir en el misterio de la santa Navidad y esto nos llena de gozo."
AMBIENTACIÓN: Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial
El encuentro con el Señor es la causa de nuestra alegría; encuentro que produce en nosotros una verdadera transformación, fuente de esperanza. Y Jesús nos muestra con sus obras, que Él es realmente el Mesías, el enviado de Dios. Y Él espera que también nosotros, por medio de nuestras obras, demostremos que verdaderamente somos sus discípulos.
1ª. LECTURA: (Is 35, 1-6a. 10) (Ver texto)
Escuchemos hoy la llamada que hace dos mil quinientos años, les hace el Profeta a los israelitas deportados para animarlos al retorno: una llamada al camino de esperanza; una llamada que es también hoy para cada uno de nosotros.
SALMO RESP.: (145, 6-10) (Ver texto)
R. Señor, ven a salvarnos.
2ª. LECTURA: (St
5, 7-10) (Ver
texto) Escuchemos ahora,
una invitación a la firmeza y a la constancia. Una invitación como la que
hemos escuchado que el profeta Isaías hacía a su pueblo desanimado.
EVANGELIO: (Mt
11, 2-11)
(Ver
texto) En el santo Evangelio,
Jesús nos manifiesta claramente que en Él se cumple la profecía de Isaías..
ORACIÓN DE LOS FIELES:
CELEBRANTE: Jesús ha venido a traer al
mundo la salvación prometida a lo largo de todo el Antiguo
Testamento. Y en Él hemos conocido y creído en al amor total del Padre. Por
eso, ahora, con toda confianza le presentamos nuestra plegaria.
GUÍA:
A cada una de las
peticiones responderemos orando:
"VEN SEÑOR, Y NO QUIERAS TARDAR MAS"
v
Padre santo, al pedirte por la Iglesia y el Papa Francisco, para que siendo
signo de tu amor en medio de los hombres, sea nuestra guía en la espera
gozosa del Señor que viene a salvarnos, te pedimos... v
Padre todopoderoso, para que guiados por nuestros obispos y
nuestros sacerdotes, en nuestra comunidades se realice una efectiva
renovación, según el Espíritu de tu Hijo, te pedimos... v
Señor de la historia, para que todos, en este adviento, buscando una
sincera conversión de nuestras vidas, construyamos una patria,
una sociedad en la que Dios pueda nacer y sentirse a gusto, te
pedimos... v
Dios de todo consuelo, para que cada hermano necesitado, pobre, abandonado,
con hambre, enfermo, injustamente marginado, por nuestras
actitudes concretas durante este tiempo, pueda recuperar la
alegría de vivir y un motivo para seguir esperando, te
pedimos... v
Dios rico en misericordia, para que toda
nuestra comunidad, con una firme confianza en la salvación que llega,
trabajemos comprometidamente en la conversión y preparación de nuestras
vidas, para poder recibir en nuestro corazón al Señor Jesús, te pedimos...
CELEBRANTE: Padre, fuente de todo don perfecto,
escucha nuestras oraciones, y haz que siguiendo el ejemplo de la Virgen
María, recibamos con fe sincera y profunda alegría al Emanuel que viene a
salvar a todos los pueblos. Que vive y reina por los siglos de los siglos.
PRESENTACIÓN DE LAS
OFRENDAS: Junto al pan y el vino presentemos a
nuestro Padre un propósito sincero: convertir nuestras vidas para que esta
Navidad signifique un real nacimiento de su Hijo en nuestro corazón.
Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro
del altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la
asamblea
DIÁLOGO DEL PREFACIO:
Al iniciarse el Prefacio (antes de
"El Señor esté con vosotros") Y ahora, con fe y alegría demos
gracias a nuestro misericordioso Padre del Cielo, porque en su inmenso amor
nos dio a su Hijo y nos permite, una vez más, la posibilidad de convertir
nuestras vidas para recibirlo.
COMUNIÓN: Hemos escuchado cómo
Jesús realiza la transformación total del hombre: sana los enfermos,
resucita a los muertos y fortalece a los débiles. Sintiendo que éstas son
nuestras condiciones, recibámoslo sacramentado, para que él sea la fortaleza
que nuestra fe y esperanza necesitan.
COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al
término de la distribución de la comunión.
Hermanos:
Todos aquellos que no
han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado,
pueden hacer la Comunión
Espiritual rezando la siguiente oración:
Creo Señor mío que estás
realmente presente
en el Santísimo
Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las
cosas y deseo
ardientemente recibirte
dentro de mi alma;
pero, no pudiendo
hacerlo ahora sacramentalmente,
ven al menos
espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese
recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas
que jamás me separe de Ti.
Amén.
DESPEDIDA: Terminemos esta celebración, con la
que comenzamos esta penúltima semana de adviento, teniendo muy presente
que el cristiano "debe vivir permanentemente en la esperanza, debe estar
siempre alegre y su serenidad debe ser conocida por todos los hombres. El
Señor está cerca y nos pide que renovemos nuestra vida para que venga a
nosotros el Reino que Jesucristo anunció."
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