Celebrando la Vidaen el Nuevo Milenio Guiones para la celebración de la Cena del Señor Ciclo "C" Miguel Ángel Osimani EDICIONES BETANIA
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DOMINGO 13 DE FEBRERO DE 2022 DOMINGO 6º DURANTE EL AÑO
PREPARACIÓN: Antes de la salida del celebrante
Una vez más, en el Día del Señor, nos encontramos reunidos en su nombre, en este domingo sexto durante el año. Y conscientes de nuestra necesidad de salvación, queremos entrar en una íntima comunión con Jesús, con su anuncio de plenitud para el futuro que debemos ya aquí y ahora, comenzar a realizarlo.
AMBIENTACIÓN: Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial
Hoy el Señor nos va a indicar una nueva forma de vivir, según sus criterios, que se contraponen con nuestros valores y con nuestros criterios puramente humanos. Él proclama felices a quienes consideramos como desdichados; Él nos llama a vivir la verdadera riqueza, la única: la espiritual y nos dice que sólo Él puede saciar el verdadero hambre: el hambre de Dios.
1ª. LECTURA: (Jr 17, 5-8) (Ver texto)
Ya en el Antiguo Testamento, el Profeta elogia al
que, por sobre todo lo material, confía plenamente en el Señor y sigue sus
caminos.
SALMO RESP.:
(1, 1-4. 6) (Ver texto)
R.
¡Feliz el que pone en el Señor su confianza!
2ª. LECTURA: (1 Co 15, 12. 16-20) (Ver
texto)
Pablo nos hace ver claramente que lo más importantes
es la fe que tenemos en Cristo como único centro de nuestras vidas y como
salvación eterna.
EVANGELIO: (Lc
6, 12-13. 17. 20-26)
(Ver
texto) Jesús mismo nos proclama en el Evangelio, que los
criterios del mundo - por los cuales todos nos regimos - no son los suyos, y
nos establece una nueva forma de vivir.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
CELEBRANTE:
Hermanos, con plena confianza en el poder salvador
de Dios y sintiéndonos realmente pobres, pongamos en su presencia nuestras
necesidades, ya que sólo Él puede saciarlas.
GUÍA:
A cada una de las
peticiones responderemos orando:
"PADRE, DÁNOS UN CORAZÓN HUMILDE"
v
Porque queremos que el llamado de Cristo, por medio de su Iglesia, a ser sus
discípulos en medio de un mundo secularizado y pagano, sea escuchado por
todos los hombres, pedimos...
v
Para que por la guía segura del Santo Padre y nuestros obispos,
sin importarnos las críticas y los
rechazos de este mundo, tengamos la
fortaleza de vivir y anunciar la verdadera felicidad: el trabajar por el
Reino de Dios, pedimos...
v
Para que todos los que habitamos esta
nación
descubramos que la verdadera felicidad no está en los bienes materiales,
en vivir para
satisfacer
la
propia ambición,
sino en los que nos ofrece Cristo en su
Evangelio, pedimos...
v
Para que todos los que sufren, los que lloran, los que nada tienen,
descubran
en nuestras actitudes concretas, tu
providencia que no los abandona, pedimos...
v
Para
que en nuestra comunidad pongamos en el Señor toda nuestra confianza, con la
certeza que Él nos dará la fuerza necesaria para perseverar y alcanzar la
verdadera riqueza: poder contemplarlo cara a cara, pedimos…
CELEBRANTE:
Dios misericordioso, que has llamado
bienaventurados a los pobres, a los que tienen hambre, concédenos lo que con
fe te hemos pedido y dános un corazón misericordioso y unas manos siempre
dispuestas a dar como tú lo haces con nosotros. Te lo pedimos por
Jesucristo, nuestro Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS
OFRENDAS: Pongamos ahora, sobre la mesa que se prepara para el
sacrificio, los dones de nuestra propias vidas, dispuestas a ser vividas con
los nuevos criterios que nos dió Jesús en el
Evangelio.
DIÁLOGO DEL PREFACIO:
Al iniciarse el Prefacio (antes de
"El Señor esté con vosotros") Demos ahora gracias a nuestro Padre del Cielo, por
el don de su Hijo, que no sólo que se entregó por nuestra salvación, sino
que nos dejó en forma concreta, cómo hacer para alcanzarla de verdad.
COMUNIÓN: El Señor nos ha mostrado el camino y nos ha dicho
que si lo seguimos, grande será nuestra recompensa en el cielo; y sabiendo
que el camino no es fácil, se ha quedado junto a nosotros para acompañarnos
desde esta Eucaristía: la fortaleza en nuestro peregrinar hacia la Casa del
Padre.
COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al
término de la distribución de la comunión.
Hermanos:
Todos aquellos que no
han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado, pueden hacer la
Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:
Creo Señor mío que estás
realmente presente
en el Santísimo
Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las
cosas y deseo
ardientemente recibirte
dentro de mi alma;
pero, no pudiendo
hacerlo ahora sacramentalmente,
ven al menos
espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese
recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas
que jamás me separe de Ti.
Amén.
DESPEDIDA:
El anuncio que proclama Jesucristo es un anuncio que debemos tomarlo
seriamente, creerlo de verdad y comenzar, ya ahora, a realizarlo en todo lo
que sea posible, comenzando por nuestras propias vidas. Ese debe ser nuestro
compromiso, fruto de esta celebración.
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