Celebrando la Vida

en el

Nuevo Milenio

Guiones para la celebración de la Cena del Señor

Ciclo "B"

Miguel Ángel Osimani

EDICIONES BETANIA

 

 

DOMINGO 17 DE OCTUBRE DE 2021

DOMINGO 29º DURANTE EL AÑO

 

 

PREPARACIÓN: 

Antes de la salida del celebrante

 

Celebramos hoy el domingo vigésimo noveno durante el año, y nos reunimos, como todos los domingos, alrededor de la mesa del Señor, donde Él pacientemente nos instruye sobre la verdadera grandeza en el Reino de Dios, dándonos su ejemplo, ya que él es el verdadero Siervo de Yahveh, que cargando con nuestros pecados, con su muerte nos alcanzó la salvación.

 

AMBIENTACIÓN: 

Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial

 

El Señor nos muestra claramente que la verdadera grandeza es el amor, y la mayor muestra de amor es dar la vida por la persona amada, como lo hizo Él: entregó su vida por nosotros para que así tengamos la verdadera vida. Y es así que, en el servicio a los demás, podemos ver quién tiene mayor amor: ama quien sirve más. Que nuestra actitud no sea la de sus discípulos, que sin entender el misterio de la cruz, ambicionaban los primeros puestos en el reino temporal.

 

1ª. LECTURA:   (Is 53, 10-11)           (Ver texto)

 

Ya en el Antiguo Testamento, siete siglos antes de Cristo, Isaías nos muestra al Mesías, que entregándose por todos, nos da el testimonio y el ejemplo del amor.

 

SALMO RESP.:       (32, 4-5. 18-20. 22)     (Ver texto)

 

                    R.   Señor, que descienda tu amor sobre nosotros.

 

2ª. LECTURA:    (He 4, 14-16)   (Ver texto)

 

San Pablo nos exhorta a que acudamos, con total confianza, a Cristo, ya que al tomar nuestra condición para salvarnos, Él nos comprende y nos socorre.

 

EVANGELIO:   (Mc 10, 35-45)      (Ver texto)

 

La palabra de Jesús es bien clara: nos exhorta a hacernos verdaderos servidores de todos, siguiendo su ejemplo.

 

ORACIÓN DE LOS FIELES:

 

CELEBRANTE:

 

Hermanos, sabemos que nuestro Padre del Cielo siempre nos escucha, por eso, por su Hijo, elevémosle nuestra oración, pidiendo a su Santo Espíritu que nos ayude a presentarle nuestras necesidades.

 

GUÍA:  A cada una de las peticiones responderemos orando:

 

"SEÑOR, ESCÚCHANOS Y HAZNOS SERVIDORES DE LOS DEMÁS"

 

v Padre, te pedimos por la Iglesia, signo de tu presencia en medio de este mundo, para que nos motive a ser servidores de la humanidad, lavando los pies de los más necesitados y rompiendo los esquemas de dominación, ambición autoritarismo, afán de riqueza o de poder, oremos…

 

v Padre, te pedimos por el Papa Francisco, nuestros obispos y nuestros sacerdotes, para que con la asistencia de tu Espíritu, sean el modelo para nuestro compromiso de hacer presente el reino de Dios allá donde estemos, fundamentalmente desde nuestra actitud de servicio a los demás, oremos...

 

v Padre, te pedimos por todos los que habitamos esta patria, para que busquemos desinteresadamente el bien común, y así ella se convierta en una nación cada vez más solidaria, más justa y más fraterna, oremos...

 

v Por todas las madres, las que se encuentran acompañando nuestro camino en esta vida, para que reciban el mejor obsequio: el cariño de sus hijos; y las que ya no están con nosotros, para que se encuentran ya gozando de la verdadera vida, en la presencia del Señor, oremos…

 

v Padre, te pedimos por todos los que sufren, por los más pobres, los abandonados, los injustamente marginados, para que descubran tu providencia en nuestro amor y servicio fraternos, oremos...

 

v Padre, te pedimos por nuestra comunidad, para que conscientes de que formamos parte de una sola familia humana, nuestras vidas sean un auténtico testimonio de servicio para calmar el hambre de nuestros hermanos, especialmente el hambre de Dios, oremos…

 

CELEBRANTE:

 

Padre santo, escucha esta oración que te dirigimos y concédenos la sabiduría y la fortaleza de saber entregarnos, a ejemplo de tu Hijo, al servicio de nuestros hermanos, sobre todo de los más pobres y necesitados. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.

 

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

 

Unida a nuestra ofrenda del pan y del vino, el Señor espera la que proviene de nuestro corazón: la entrega sincera a su servicio y el de nuestros hermanos.

 

Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea

 

DIÁLOGO DEL PREFACIO:

Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")

Con alegría iniciamos la gran plegaria de acción de gracias al Padre; gracias por su Hijo, gracias por la redención y gracias por infundir en nosotros el deseo del servicio.

 

COMUNIÓN:

 

Jesús nos da un permanente ejemplo de amor, con su entrega por nosotros; y más aún en su acto de transformarse, hasta la consumación de los siglos, en el sacramento de nuestra fortaleza, en el Pan de vida eterna.

 

COMUNIÓN ESPIRITUAL:

Al término de la distribución de la comunión.

 

Hermanos:

Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado,

pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:

 

Creo Señor mío que estás realmente presente

en el Santísimo Sacramento del altar.

Te amo sobre todas las cosas y deseo

ardientemente recibirte dentro de mi alma;

pero, no pudiendo hacerlo  ahora sacramentalmente,

ven al menos espiritualmente a mi corazón.

Y como si te hubiese recibido, me abrazo

y me uno todo a Ti;

Oh Señor, no permitas que jamás me separe de Ti.

Amén.

 

DESPEDIDA:

 

Que en nuestra oración durante esta semana, tengamos en cuenta de manera especial las necesidades que vemos a nuestro alrededor y que nos llaman a situarnos en ellas desde la actitud de servicio que vivió Jesús y que rememoramos en cada Eucaristía.