Celebrando la Vidaen el Nuevo Milenio Guiones para la celebración de la Cena del Señor Ciclo "A" Miguel Ángel Osimani EDICIONES BETANIA
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DOMINGO 1 DE OCTUBRE DE 2023 DOMINGO 26° DURANTE EL AÑO
PREPARACIÓN: Antes de la salida del celebrante
Sabemos que el amor de
Dios sobrepasa todo lo que podemos imaginar. Esta es nuestra fe, nuestra
esperanza que nos reúne para celebrar la Eucaristía. El Señor está presente
en nuestra vida, viene siempre a enriquecer nuestra pobreza, ya que Él no
quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva. Celebramos hoy
el domingo vigésimo sexto durante el año.
AMBIENTACIÓN:
Luego del saludo inicial y antes del acto
penitencial
Dios hoy nos manifiesta
que Él no toma en cuenta nuestro pasado de pecado, ya que Él tiene en cuenta
el propósito de una vida nueva en Cristo. Él nos pide hoy un compromiso de
seguir a Cristo a toda hora y en todas partes, no quedándonos en palabras,
en promesas, sino ser fieles a ese compromiso asumido, ya que ser cristiano
significa comprometerse realmente con Cristo.
1ª. LECTURA: (Ez
18, 25-28)
(Ver
texto)
En esta profecía vemos
claramente la llamada de Dios a la conversión: la exhortación a apartarse de
las faltas para ser salvado.
SALMO RESP.:
(24,
R.
Acuérdate, Señor, de tu compasión.
2ª. LECTURA:
(Flp
El Apóstol sigue
insistiendo en que debemos tener una íntima comunión con Cristo, los que nos
llevará a tener en nosotros mismos, los sentimientos del Señor Jesús.
EVANGELIO:
(Mt
21,
En el Evangelio de hoy,
el mismo Jesús nos exhorta a convertirnos y adecuar nuestra vida a lo que
creemos.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
CELEBRANTE:
Queridos hermanos
y hermanas, unámonos a la plegaria que haremos por todos los hombres, ya que
todos somos necesitados de la gracia de Dios.
GUÍA:
A cada una de las
peticiones responderemos orando:
"TE
LO PEDIMOS, SEÑOR"
v
Por la Santa Iglesia, el
Papa Francisco, para que por su permanente testimonio se
incremente nuestro compromiso en cumplir tu voluntad y no solamente de
rellenar un expediente de pertenencia a la Iglesia, oremos… v
Por nuestros obispos y
nuestros sacerdotes, para que junto a ellos construyamos una Iglesia
diocesana en la que sepamos muy bien en lo que creemos y en lo que
celebramos, recorriendo el camino hacia tí, oremos… v
Por nuestra patria, para
que gobernantes y gobernados, busquemos por sobre todas las cosas, lo que
realmente nos une, no lo que nos separa, oremos… v
Por todos los que
sufren, los que están solos, abandonados, injustamente marginados, para que
por nuestra caridad fraterna renazca en ellos la esperanza, oremos… v
Por nuestra comunidad,
para que cumpliendo tu voluntad con prontitud y alegría, y reflexionando con
los mensajes que hoy nos da la Escritura, no aceptemos que la soberbia
quiebre nuestro camino de Amor a Dios y a los hermanos, oremos…
CELEBRANTE:
Padre, escucha nuestras
plegarias y envíanos tu Espíritu para que nos ayude a ser siempre fieles a
tu voluntad, para poder así, alcanzar un día la gloria de tu Reino. Te lo
pedimos por Cristo, nuestro Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS
OFRENDAS:
Debemos estar dispuestos
a cumplir siempre con lo que Dios quiera pedirnos; este propósito
presentémoslo sobre el altar, junto con las ofrendas del pan y del vino.
Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro
del altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la
asamblea
DIÁLOGO DEL PREFACIO:
Al iniciarse el Prefacio (antes de
"El Señor esté con vosotros")
A pesar de nuestras
constantes infidelidades, Dios nos ofrece la salvación, que debemos vivirla
y anunciarla. Por eso, con alegría, démosle gracias, en comunión con Cristo
y con su Espíritu.
COMUNIÓN:
Jesucristo está presente
entre nosotros de una manera especialmente viva por medio de la comunión, y
que hemos de hacer llegar a todos los hombres mediante signos concretos de
amor. Y esta presencia será definitiva con el retorno del Señor.
COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al
término de la distribución de la comunión
Hermanos:
Todos aquellos que no
han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado, pueden hacer la
Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:
Creo Señor mío que estás
realmente presente
en el Santísimo
Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las
cosas y deseo
ardientemente recibirte
dentro de mi alma;
pero, no pudiendo
hacerlo ahora sacramentalmente,
ven al menos
espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese
recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas
que jamás me separe de Ti.
Amén.
DESPEDIDA:
Nos retiramos con el
convencimiento de que Dios sabe esperar nuestro Sí, que no se escandaliza de
nuestras debilidades, pecados y rebeldías y respetando nuestra libertad,
prefiere un Sí libre y de hijo, aunque dilatado; que un Sí pronto y
diligente, pero servil y farisaico.
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