Celebrando la Vidaen el Nuevo Milenio Guiones para la celebración de la Cena del Señor Ciclo "B" Miguel Ángel Osimani EDICIONES BETANIA
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DOMINGO 22 DE AGOSTO DE 2021 DOMINGO 21º DURANTE EL AÑO
PREPARACIÓN: Antes de la salida del celebrante
Celebramos hoy el domingo vigésimo primero del tiempo durante el año, y, como todos los domingos, nos reunimos nuevamente alrededor de la mesa del altar para encontrarnos con Cristo, en su Eucaristía, porque ella nos incorpora a su Persona, haciendo de nosotros mediadores de su Presencia en el mundo.
AMBIENTACIÓN: Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial
El Señor, siempre fiel a su promesa de amor a pesar de las infidelidades del hombre, quiere que todos se salven; y hoy nos propone que libremente, respetando nuestra libertad, aceptemos su Palabra, prestemos nuestra adhesión a su divina revelación, que supera todo conocimiento puramente humano. Hoy nos ofrece el don de la fe, sin la cual nadie puede reconocer la divinidad de su Hijo, y esta fe, don que sólo Dios concede, nos implica un seguimiento total de Cristo, que es quien realmente tiene palabras de vida eterna; Él es nuestra esperanza, el único que no defrauda.
1ª. LECTURA: (Jos 24, 1-2a. 15-17. 18b) (Ver texto)
Ya conquistada la tierra de Canaán, Josué exige al pueblo judío que escoja entre seguir al Dios verdadero o apartarse de Él.
SALMO RESP.: (33, 2-3. 16-23) (Ver texto)
R. ¡Gusten y vean qué bueno es el Señor!.
2ª. LECTURA: (Ef 5, 21-32) (Ver texto)
Pablo nos presenta la relación entre los esposos como una relación de amor. Por eso es signo y reflejo, es verdadero sacramento del amor de Dios.
EVANGELIO: (Jn 6, 60-69) (Ver texto)
El Evangelio de este domingo nos
presenta el desenlace del discurso de Jesús sobre el pan de vida, y la
distinta reacción de los oyentes ante su propuesta de ser el verdadero
camino de vida eterna.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
CELEBRANTE:
Y ahora hermanos, confiando
totalmente en Dios, nuestro Padre, que conoce hasta lo más profundo de
nuestro corazón y de nuestra vida, presentémosle nuestras necesidades y
nuestros deseos.
GUÍA:
A cada una de las
peticiones responderemos orando: "POR
TU HIJO, EL PAN DE VIDA, ESCÚCHANOS SEÑOR"
v Padre santo, te pedimos por la Iglesia y el Papa Francisco, para que sea siempre nuestro guía de la verdadera y única doctrina de Cristo, oremos...
v También te pedimos por quienes Tú ungiste para guiar esta porción de tu Iglesia, para que junto a ellos formemos una comunidad diocesana que siga fielmente a tu Hijo, oremos...
v Señor de la vida, te pedimos por todos los que han consagrado su vida a tí, para que ella sea testimonio de entrega, fidelidad y alegría, que convoque a los jóvenes y a las jóvenes, a seguirte con esa misma disposición, oremos...
v Dios de todo consuelo, te pedimos por tantos hermanos nuestros que se encuentran en una situación límite, para que puedan encontrar en tu Hijo, en tu Iglesia y en cada uno de nosotros, un motivo para seguir esperando, oremos...
v Y porque nuestra fe es débil, te pedimos Padre, por todos los cristianos, para que nos la aumentes y, haciendo nuestra opción de fe, sigamos cada día con más fidelidad, las enseñanzas de Cristo, nuestra verdadera esperanza, oremos...
CELEBRANTE:
Señor y Padre nuestro, escucha esta
oración de tu pueblo; concédenos el que siempre podamos dar a tu Hijo la
misma respuesta que le dio Pedro, y así, con fidelidad, demos testimonio de
Él con nuestras propias vidas. Te lo pedimos por el mismo Cristo, nuestro
Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:
Hoy
también queremos ser de aquellos que no abandonaron a Cristo, sino que lo
siguieron, por eso, junto al pan y el vino, ofrezcamos al Padre este
compromiso.
Al término del “Lavatorio
de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del altar y antes de la
oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea
DIÁLOGO DEL PREFACIO:
Al iniciarse el Prefacio (antes de
"El Señor esté con vosotros")
Este es el momento central de
nuestra Eucaristía: ahora, por el gran amor que nos tiene, Jesús hará
presente y actual su sacrificio, del que nace nuestra vida; por eso damos
gracias a Dios.
COMUNIÓN:
Este Pan de vida, del que ahora vamos a participar, nos impulsa a confiar cada vez más plenamente en Cristo: sabemos que Él es el alimento para la vida eterna.
COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al
término de la distribución de la comunión.
Hermanos:
Todos aquellos que no
han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado,
pueden hacer la Comunión
Espiritual rezando la siguiente oración:
Creo Señor mío que estás
realmente presente
en el Santísimo
Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las
cosas y deseo
ardientemente recibirte
dentro de mi alma;
pero, no pudiendo
hacerlo ahora sacramentalmente,
ven al menos
espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese
recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas
que jamás me separe de Ti.
Amén.
DESPEDIDA:
Al despedirnos, lo hacemos con el compromiso de conservar viva en nuestro corazón la Palabra de Dios que nos ha llamado a vivir en el amor y en la unidad, con una adhesión plena a ella y un reconocimiento total del poder de Dios, para quien todo es posible.
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