Celebrando la Vidaen el Nuevo Milenio Guiones para la celebración de la Cena del Señor Ciclo "A" Miguel Ángel Osimani EDICIONES BETANIA
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DOMINGO 13 DE AGOSTO DE 2023 DOMINGO 19° DURANTE EL AÑO
PREPARACIÓN: Antes de la salida del celebrante
Nos encontramos nuevamente aquí, en este domingo décimo
noveno durante el año, convocados por el Señor,
para ser alimentados por Él, con el Pan de su Palabra y de su Eucaristía,
que nos darán las fuerzas necesarias para poder proseguir nuestro camino, el
camino de la vida y de la fe cristiana; camino lleno de dificultades que
exige un esfuerzo muy superior a nuestras posibilidades.
AMBIENTACIÓN:
Luego del saludo inicial y antes del acto
penitencial
El Señor hoy nos llama a hacer un silencio interior, para
escucharlo, para tener un encuentro con Él; para que confiemos y nos
apoyemos plena y solamente en Él, en cualquier circunstancia de la vida, aún
en medio de las dificultades. Él quiere ayudarnos, pero necesita de nuestra
confianza en su poder, de lo contrario nos hundiremos irremediablemente.
1ª. LECTURA: (1
Re 19, 9a. 11-13a)
(Ver
texto)
Dios nos pide que, para poder encontrarlo de verdad,
necesitamos crear el clima propicio, alejándonos del ruido que nos rodea, ya
que Él sólo está en el silencio.
SALMO RESP.:
(84, 9-14)
(Ver texto)
R.
Muéstranos, Señor,
tu misericordia,
y danos tu salvación
2ª. LECTURA:
(Rm 9, 1-5) (Ver
texto)
San Pablo se siente implicado en la tragedia de sus hermanos
judíos, no obstante, proclama su fe en la divinidad de Cristo.
EVANGELIO:
Hoy Jesús, en el Evangelio, nos manifiesta que debemos
confiar plenamente en Él, en su palabra, aún a pesar que humanamente parezca
poco confiable.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
CELEBRANTE:
Elevemos ahora nuestra
oración al Padre de las misericordias, pidiendo por el pueblo santo de Dios
y por todos los hombres del mundo.
GUÍA:
A cada una de las
peticiones responderemos orando:
"POR
CRISTO, TU PALABRA, ESCÚCHANOS SEÑOR"
v
Padre de bondad, te pedimos por la Iglesia y el Papa
Francisco, para que
por su mensaje, como Pedro, saltando al encuentro de Jesús,
redescubramos con más vigor que sólo
Él es el que salva y que con nadie más podemos contar, oremos... v
Señor todopoderoso, te pedimos por nuestro
obispo y
nuestros sacerdotes, para que siempre recibamos por medio de sus palabras,
la invitación que tu Hijo nos
hace, invitándonos a confiar, tendiéndonos la mano y diciéndonos: "Tranquilícense,
soy Yo; no teman" , oremos... v
Dios rico en misericordia, te pedimos por todos los niños,
especialmente los más pobres y sufrientes, para que nunca les falte el
alimento y las condiciones para desarrollarse plenamente, y para que reciban una
verdadera y auténtica formación en los valores trascendentes que proclamó tu
Hijo, oremos... v
Dios de todo consuelo, te pedimos por toda nuestra comunidad, para que siempre, y a pesar de las dificultades, confiando
plenamente en tu bondad y providencia, caminemos
sobre las aguas de la vida conscientes de que Tú eres quien
realmente nos cuida, oremos...
CELEBRANTE: Escucha Padre,
la oración de tus hijos; haz que en todos los momentos de nuestra vida, por
más difíciles que nos parezcan, confiemos plenamente en tu Palabra,
encontrando en ella la verdadera seguridad. Te lo pedimos por Cristo,
nuestro Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS
OFRENDAS:
Para que este propósito de apoyarnos siempre en Dios,
depositando totalmente nuestra confianza en su Palabra, se convierta en una
realidad, ofrezcámoslo sobre el altar junto al pan y el vino.
Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro
del altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la
asamblea
DIÁLOGO DEL PREFACIO:
Al iniciarse el Prefacio (antes de
"El Señor esté con vosotros")
Con gran alegría elevemos nuestra acción de gracias a Dios;
Él es siempre la roca firme, nuestro apoyo en este camino de la vida, tan
lleno de dificultades.
COMUNIÓN:
El Señor nos llama a que caminemos a su encuentro; acerquémonos a recibirlo, para que Él de seguridad a nuestro
caminar, y digámosle como Pedro: "Verdaderamente, tú eres el Hijo de
Dios".
COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al
término de la distribución de la comunión.
Hermanos:
Todos aquellos que no
han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado, pueden hacer la
Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:
Creo Señor mío que estás
realmente presente
en el Santísimo
Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las
cosas y deseo
ardientemente recibirte
dentro de mi alma;
pero, no pudiendo
hacerlo ahora sacramentalmente,
ven al menos
espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese
recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas
que jamás me separe de Ti.
Amén.
DESPEDIDA:
Debemos vivir
nuestra vida diaria de acuerdo a la fe que manifestamos tener, por lo que
esta Eucaristía tiene que significarnos un sincero compromiso a confiar
plenamente en Dios, a pesar de las dificultades que nos toca vivir.
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