Celebrando la Vidaen el Nuevo Milenio Guiones para la celebración de la Cena del Señor Ciclo "A" Miguel Ángel Osimani EDICIONES BETANIA
|
DOMINGO 25 DE JUNIO DE 2023 DOMINGO 12º DURANTE EL AÑO
PREPARACIÓN: Antes de la salida del celebrante
Nos encontramos en el domingo, el "Día del Señor, reunidos
en su nombre, para la celebración de la Eucaristía, la proclamación del
misterio pascual de Cristo hasta que Él venga de nuevo. Por medio de ella
entramos en el dinamismo del amor sin condiciones. Y concretamente hoy
celebramos el domingo décimo segundo durante el año.
AMBIENTACIÓN:
Luego del saludo inicial y antes del acto
penitencial
El Señor hoy nos dice que los cristianos debemos manifestar
abiertamente nuestra fe, tanto con las palabras como con las obras:
manifestación que requiere un coraje que se apoya en Dios, que nos invita a
tener confianza en su presencia que no nos abandona y que tampoco nos pide
algo superior a nuestras posibilidades. Y la confesión de nuestra fe, a
menudo nos significa el sufrimiento o la pérdida de bienes materiales, pero
nunca la tristeza de perder los espirituales.
1ª. LECTURA: (Jer
20, 10-13)
(Ver
texto)
Ya en el Antiguo Testamento vemos cómo la presencia del
Señor protege de manera especial a su pueblo, a pesar de los enemigos que lo
rodean.
SALMO RESP.:
(68, 8-10. 14.
17. 33-35)
(Ver texto)
R.
Respóndeme, Dios mío, por tu gran amor.
2ª. LECTURA:
(Rm 5, 12-15) (Ver
texto)
Pablo nos expresa cómo la gracia de Dios supera totalmente
el pecado, siendo su Hijo el que restaura la vida.
EVANGELIO:
Hoy Jesús, en el Evangelio, es claro y terminante: confiando
en la providencia de Dios debemos manifestar, sin temor, nuestra fe a todos
los hombres y en todas las circunstancias de nuestra vida.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
CELEBRANTE:
Porque podemos fiarnos de
Dios, pongamos ahora todo aquello que deseamos, todo lo que es importante
para nosotros, en manos del Padre que nos ama y nunca nos abandona. Por esto
con fe, oremos.
GUÍA:
A cada una de las
peticiones responderemos orando:
"SEÑOR,
AUMENTA NUESTRA FE"
v
Porque queremos que la Santa Iglesia y el Papa
Francisco sean
el permanente testimonio que nos mueva a manifestar nuestra fe con coraje y
confianza, pedimos... v
Para que junto a nuestro obispo y nuestros sacerdotes
nuestra fe se revista de valor, se fíe de la Providencia y aprenda a
alabarla y pedirle la fuerza que nos haga perseverar en nuestro camino,
pedimos... v
Porque queremos que todos los habitantes de nuestra patria
busquemos por sobre todo, el Reino de Dios, para que así Él vuelva a ser el
fundamento de nuestra vida y de nuestra moral, pedimos... v
Para que todos los que formamos esta comunidad, seamos
capaces de vivir y manifestar nuestra fe, apoyados únicamente en Dios, y en la
certeza que el sufrimiento y la pérdida de bienes materiales por esa causa,
pueden darnos la alegría de ganar los bienes eternos, pedimos...
CELEBRANTE: Padre bueno,
acepta lo que te hemos pedido y concédenos que tu Espíritu nos de la
fortaleza, la valentía y la confianza, para proclamar a todos los hombres la
Buena Noticia de la salvación. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS
OFRENDAS:
Porque queremos convertirnos en proclamadores de nuestra fe,
con nuestras palabras y nuestras obras, ahora ponemos sobre el altar nuestro
deseo, para que el Padre lo convierta en realidad.
DIÁLOGO DEL PREFACIO:
Al iniciarse el Prefacio (antes de
"El Señor esté con vosotros")
Elevemos todos juntos, nuestra acción de gracias al Padre,
que nos dio a Cristo y junto con Él, la certeza de su presencia en nuestro
camino hacia la venida definitiva del Cielo.
COMUNIÓN:
Hoy Jesús nos dijo: "Al que me reconozca abiertamente ante
los hombres, yo lo reconoceré ante mi Padre que está en el cielo", y nos
llama a entra en comunión con Él, para ser nuestra fuerza en esta
manifestación concreta de nuestra fe.
COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al
término de la distribución de la comunión.
Hermanos:
Todos aquellos que no
han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado, pueden hacer la
Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:
Creo Señor mío que estás
realmente presente
en el Santísimo
Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las
cosas y deseo
ardientemente recibirte
dentro de mi alma;
pero, no pudiendo
hacerlo ahora sacramentalmente,
ven al menos
espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese
recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas
que jamás me separe de Ti.
Amén.
DESPEDIDA:
Esta Palabra
del Señor de hoy, debe producir en nosotros la confianza necesaria de que
Dios no nos pide nada que sea superior a nuestras posibilidades, y que
tampoco deja de estar a nuestro lado en lo que él nos ha encomendado.
|
|